Cada año más rápidas, más potentes y más aerodinámicas. Hasta 2027. Entonces, el Mundial de MotoGP introducirá un nuevo reglamento técnico que capará lo que hasta ahora eran motos que más bien parecían aviones de asfalto. Las nuevas serán motos menos potentes, con menor autonomía y una aerodinámica reducida. Eso sí, deberán funcionar con combustible 100% no refinado. “Más seguras. Más sostenibles. Más espectaculares que nunca”, aseguran desde la organización. Los cambios, defienden, están pensados para que haya más adelantamientos, pero con mayor seguridad. Los aficionados no acaban de verlos con buenos ojos.
Todavía quedan tres años con el reglamento actual, pero Dorna ya ha desvelado las que serán las condiciones oficiales una vez termine el contrato con las actuales marcas en 2026. Ahora mismo, las motos de la categoría reina son de una cilindrada de 1000cc y a partir de entonces deberán reducirse hasta los 850cc, así como el tamaño de los cilíndros de 81 a 75mm. La modificación, que implicará una reducción efectiva de la potencia del los motores, promoverá un nuevo enfoque de las máquinas más hacia la conducción de carretera o ‘road relevance’, como lo denominan desde la organización.
De este modo, se pretende reducir las velocidades máximas que alcancen los pilotos y aumentar así su seguridad porque, a día de hoy, muchos circuitos han quedado desfasados. Según Dorna, a pesar de perder potencia, el conjunto de cambios planificados “permitirán mantener la espectacularidad del campeonato”. Expertos afirman que el hecho de reducir la velocidad punta no tiene por qué implicar una mayor seguridad, ya que en la práctica cuanto menos corre la moto, más tarde se produce el frenado y más fuerte se entra en la curva.
Máquinas más sostenibles
El segundo de los motivos que han llevado a diseñar estas modificaciones es la sostenibilidad del Mundial. Y es que, para hacer el campeonato aún más eficiente, los pilotos también verán reducido el número de motores por temporada de siete a seis así como reducirá la capacidad de los depósitos de 22 litros a 20 para las carreras largas y de 12 a 11 para las sprint. Por otro lado, uno de los mayores cambios será la prohibición del combustible convencional. A partir de 2027, las motos deberán correr con combustible 100% sostenible y no refinado proveniente de recursos naturales, residuos orgánicos o ser sintético.
La aerodinámica de los carenados y sus “efectos” también se controlarán. El frontal del carenado, que actualmente cuenta con dos agujeros para el flujo del aire que sirven de alerones, pasará de ser de 600mm a 550mm, y de igual forma se acortará el morro en 5cm. De este modo, la organización quiere reducir los efectos negativos de la aerodinámica actual en las áreas de frenado y las rectas. “Los cambios harán las carreras más reñidas y con más adelantamientos”, aseguran desde MotoGP. Hasta ahora, los efectos de rebufo que se creaban detrás de los pilotos eran tan intensos que complicaban sobremanera las maniobras. La parte trasera de las motos deberá igualmente ser homologada (hasta ahora no era obligatorio) y tan sólo se podrá hacer una modificación en toda la temporada para controlar los costes, todo enmarcado en un peso mínimo de 153kg.
Prohibición de los dispositivos de altura
Por otro lado, quedarán prohibidos los dispositivos de regulación de altura. El ‘holeshot‘, por ejemplo, que es un dispositivo que permite bajar la parte delantera de la moto en el momento de la aceleración máxima de la salida quedará prohibido en 2027, así como el ‘ride height’, con el que se permite bajar la parte delantera o trasera de la moto, modificando su altura, en los pasos por curva para conseguir un agarre mecánico extra que permita salir del giro a mayor velocidad. Algunas marcas ya se habían posicionado en contra de estos sistemas por su peligrosidad y la reducción de las capacidades de los pilotos.
“Esta prohibición aumentará la seguridad de los pilotos, sobre todo en los inicios de carrera, pero harán todavía más imprescindibles las habilidades de pilotaje“, afirman desde Dorna Sports. Y es que en las salidas se han registrado incidentes muy graves a causa del efecto de la aerodinámica que podrían reducirse al eliminar esta tecnología y la mayoría de marcas están totalmente a favor de este cambio. Eliminar por completo los rebajes traseros y delanteros implicará un menor coste y devolverá al piloto al centro de la acción.
Por otro lado, para “nivelar aun más el terreno de juego”, apuntan desde MotoGP, los datos de GPS de cada moto estarán disponibles para todos los equipos inmediatamente después de la carrera. Para todos. Desde 2027, todos los equipos podrán utilizar los datos de los rivales para mejorar sus proyectos y así reducir costes a través del estudio de los datos ajenos. Todo este conjunto de cambios permitiría la entrada de nuevos fabricantes. Por el momento, las miradas están puestas sobre la firma bávara BMW, que se espera que pase a formar parte del mundial para entonces. BMW volvió al Mundial de Superbikes como equipo de fábrica en 2019, y en la presente temporada se presenta como uno de los aspirantes al título gracias al fichaje del turco Toprak Razgatlioglu. Así, la eliminación de las tecnologías de altura y la simplicación de las máquinas ahora más enfocadas al ‘road relevance’ podría facilitar el acceso de la firma alemana a la categoría reina.
Suscríbete para seguir leyendo