Las estanterías de libros que se tienen en la lista de deseos, ahora, son virtuales. Las de los leídos, también, o las de libros en curso. Núria, Lydia y María hace tiempo que ya no comentan fotos en redes sociales. Ya no se escriben sobre las vistas que tenía el último lugar de vacaciones, sino de los libros que se han leído en el último periodo más extenso de tiempo libre.
La red social que antes empleaban como marco de referencia, en muchas ocasiones, para saber qué hacían algunas de sus amigas o qué era de la gente con la que compartían clase en el instituto y que desconocían qué había sido de ellas cuando entraron a la universidad, aquella que sirve para publicar fotos, regalarse me gustas, y preguntarse qué tal de vez en cuando, ya no les interesa.
Pero, ¿dónde se lleva a cabo el intercambio de este flujo de información literaria? Algunas lo llaman “el instagram de los libros“, llegando a sustituir su red social hasta ahora, más visitada, por una que les permite salir de la vorágine espiral de consumo de contenido “muchas veces sin ningún provecho”. Goodreads se está consolidando como la red social de libros por excelencia. Fundada en 2006, cuenta con más de 90 millones de usuarios registrados y se abre paso entre las aplicaciones de interés de un público cada vez más joven.
Esta aplicación permite publicar reseñas de los libros ya leídos, actualizaciones sobre las lecturas que se llevan en curso, así como las que gustaría leer. Además, se pueden crear estanterías de libros en base a diferentes temáticas y consultar reseñas publicadas sobre las obras de interés.
Un espacio de interacción
“La interacción entre libros me aporta el aprendizaje mediante una lectura compartida de la misma novela”, empieza contando Lydia. Tiene Goodreads desde hace algunos años cuando algunas de las influencers que seguía, la utilizaban para registrar sus libros y ponerse objetivos de lectura, pero no ha sido hasta ahora, cuando se han ido sumando más de sus amigas, que la ha empezado a utilizar activamente. “Esa misma interacción te hace imaginar nuevos mundos asociados a diferentes libros, cada una se queda con algo distinto sobre el mismo libro, es muy guay”, añade.
Por otro lado, la lectura se entiende muchas veces como una acción individual. Pablo tiene Goodreads desde hace a penas tres meses, cuenta que “cayó” por insistencia de amigas y, finalmente, por “curiosidad”. Pero, a Pablo le interesa poder compartir experiencias sobre los libros que lee y, aunque considera que “la lectura es un placer muy individual y solitario, compartirla con amigos mejora la experiencia“. “Es una forma de ponerse en contacto con las amigas mediante la lectura”, agrega Núria.
Consultar lecturas
La aplicación también constituye un espacio para leer reseñas y opiniones sobre los libros que están registrados en la misma. Así mismo, para María, «es una forma muy fácil de descubrir libros y autores», y continua contando que cuando no sabe qué leer, recurre al perfil de alguna amiga con un gusto parecido y mira si los libros que está leyendo «encajan» con lo que está buscando.
De hecho, muchos de los que Marc ha leído o tiene en mente son libros que ha visto que sus amigas han leído. Así mismo, más allá de las amigas, la red social también cuenta con los perfiles de algunas personalidades, literarias o no, que comparten en su perfil reseñas sobre lo que leen, o actualizan las lecturas que van llenando sus estanterías. Es el caso de la editora, escritora y periodista Luna Miguel, o de la cantante y compositora Julieta Venegas.
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