De nuevo a Baraja le toca lidiar con un «momento de dificultad». Ahora es momento de agachar la cabeza, pues, y de hacer la «autocrítica» necesaria para revertir, desde la «calma», la situación. Así lo expresó el técnico en la rueda de prensa post-partido en Balaídos.
«No hemos estado bien. En la primera parte no hemos entendido bien qué hacer. Hemos saltado tarde a la presión. No hemos sabido sujetar el 1-0. Enseguida hemos dado la posibilidad al Celta de que nos haga dos goles. Si no vamos al ritmo que necesita el partido para competir en Primera no puedes ganar. No hemos sido solidarios y ellos han sido mejores. Tenemos que mejorar, ‘resetear’ y trabajar para ser competitivos. Ahora es momento de tratar de mantener la calma y buscar modificaciones para ser más sólidos», indicó el preparador.
Comenzando desde la defensa para que «no vuelva a pasar lo de hoy dijo». «Ellos han tenido muchísimo acierto en sus oportunidades, pero no lo hemos hecho bien. Tenemos que defender mejor porque si no en Primera cualquier equipo te hace daño», expresó.
No hay tiempo para el lamento. Y pese que a Baraja le preguntaron por la esperanza de que le refuercen algo más, el entrenador echó balones fuera. «No depende de mí y son circunstancias que yo no manejo», expresó. «Mi faena es convencerlos (jugadores) para que sean un equipo», añadió. «Sabemos que va a ser un inicio duro. La derrota de hoy nos tiene que doler, debemos mirarnos y admitir que con lo que hemos visto hoy no nos da para sumar en Primera. Hay que ser autocríticos. Ellos deben entender que hemos hecho más cosas mal que bien para obtener el resultado que hoy hemos obtenido en la visita a Balaídos».
Misma sensación
Misma sensación se respiraba en la plantilla. Los futbolistas lamentaron tras el final del encuentro la nueva derrota y sobre todo las sensaciones que mostraron sobre el verde. El equipo de nuevo se vio frágil y fue remontado en cuestión de minutos, desaprovechando el ponerse por delante del marcador. Diego López, autor del primer tanto (0-1), expresó que «este no es el Valencia del pasado curso». Dolido por la situación, expresó que es momento de trabajar desde la serenidad para «dar la vuelta a la situación». En la misma línea que su compañero Pepelu. El capitán valencianista aseguró que ahora es momento de hablar las cosas a nivel «interno» para cambiar el chip. «El vestuario después de cada derrota está dolido. No miramos el calendario, miramos el próximo equipo de cara a competir e intentar ganar», expresó el centrocampista.
Para el de Denia, una de las claves fue la gestión emocional del equipo, al que le sentó verdaderamente mal el 1-1. Consecuencia de este bajonazo llegaría rápidamente el 2-1, con el que el equipo bajaría los brazos hasta conceder el penalti al borde del descanso. Sí mejoró las sensaciones tras el refresco, pero de nuevo se vio impotente un equipo que quería recortar distancias, pero al que no le daba. «Después del gol no podemos conceder tanto, son errores que no podemos cometer. Debemos mejorar y saber competir», indicó Pepelu.