El fútbol es el deporte menos previsible que existe. El Villarreal CF iniciaba esta semana (el pasado lunes) una nueva Liga con dudas en el horizonte por la reestructuración, y a la vez rejuvenecimiento, que se ha realizado en la plantilla. Pero dos de los recién llegados se convirtieron el pasado viernes en el héroe y en el matador de un Submarino que dejó noqueado al Sevilla con un zarpazo en el tiempo de descuento.
Ese tanto en las postrimerías del encuentro fue obra de Ayoze Pérez, el matador del Villarreal. Un canario que al final de la pasada campaña se coló entre los convocados para la Eurocopa, la ganó junto a Álex Baena y que costó a los ‘groguets’ solo cuatro millones de euros.
La cantidad abonada por el Submarino al Real Betis es una ganga en comparación a cómo está el mercado. Misma cifra que pagó el club de la Plana Baixa por el Zamora de Segunda, Diego Conde, un madrileño que arriesgó apostando por competir por la titularidad en La Cerámica, en una entidad con exigencias europeas, saliendo de su zona de confort en el Leganés, donde iba a ser titular en Primera División.
El portero formado en la cantera del Atlético de Madrid sacó en Sevilla el manual del buen portero. Hizo seis paradas y cinco pueden tildarse de paradones. Fue, sin duda, el héroe del Pizjuán. El culpable de que el Submarino llegara con vida a la recta final del partido. n