‘Rebeca’ de Daphne Du Maurier: lo que parecía amor era un crimen
1937. Daphne Du Maurier, esposa de un militar destinado en Egipto, empezó a escribir en Alejandría una novela que se le resistía. Tanto que las primeras páginas acabaron en la basura. La autora culpaba al calor de su fracaso. Había dejado en Inglaterra a sus dos hijas, una de ellas un bebé, lo que más bien le resultaba una liberación porque nunca fue una madre entregada, pero echaba terriblemente de menos su país. Por eso, entre sudores, imaginó una casa con inquietantes corredores y habitaciones cerradas al estilo Barba Azul habitada por el espíritu de una mujer muerta de la que solo conocía el nombre y que ese sería el título de la novela: 'Rebeca'. Du Maurier tenía entonces 30 años, cuatro novelas escritas y solo la última, ‘La posada Jamaica’, había alcanzado un cierto éxito, pero nada...