¿Realmente ha muerto la clase media en la música?
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Hay músicos y lectores que se enojan cuando publicamos artículos sobre las boyantes cifras del ‘show business’ a escala global, con esas citas sobre una edad de oro del directo. Será para los fenómenos comerciales y no para el común de los mortales, protestan. Pero ambas cosas son ciertas: la música en vivo registró en 2023 cifras de facturación inéditas y, a la vez, la inmensa mayoría de los músicos y creadores son ejecutantes de a pie que sufren lo que no está escrito para salir adelante.La distancia entre un Dani Martín, que agota en un plis plas las 120.000 localidades de sus ocho noches en el Wizink (¡para finales de 2025!), y el artista autogestionado que debe abonar 800 euros más IVA para alquilar una pequeña sala, y pagar a músicos y técnicos, y rezar para que el local se l...