Cien años de Benny Hill, el rey de un humor zafio que envejeció pronto y mal
Nadie hubiera apostado por ver a un tipo como Benny Hill convertido en una figura admirada mundialmente. Entre otras cosas, porque se trataba de alguien profundamente reservado y con miedo escénico que, además, mostraba muy poco interés por el dinero y las trampas del éxito. Aun así, en los años cincuenta fue aclamado por crítica y público como la primera estrella de la comedia televisiva británica. A finales de los setenta, la emisión en países como Estados Unidos de una serie de versiones reeditadas de su The Benny Hill Show —un programa con sketches presididos por la parodia, los chistes verdes y los juegos de equívocos— le catapultó al éxito mundial y llenó de ceros su cuenta corriente. Pero su incapacidad para evolucionar y los cambios en los gustos de los telespectadores pusieron fin...