Crónica de un fracaso
Gabriela Adamesteanu (Târgu Ocna, Rumanía, 1942) es una de las autoras de nuestro tiempo que mejor sabe conjugar el retrato íntimo de los personajes de sus novelas con la exploración de los escenarios que pueblan, creando atmósferas de opresión en las que fracasa cualquier sueño de esperanza. La reconstrucción del contexto a través de la memoria es el mecanismo que opera casi siempre en su escritura; en este caso referido a la historia rumana más reciente. Como también sucede en "Fontana di Trevi", tercera parte de una trilogía que arrancó con "El mismo camino de todos los días" (1975) y prosiguió con "Vidas provisionales" (2010).La memoria es el antídoto contra la nostalgia, congela el pasado como un modelo de perfección o al menos una alternativa superior a un presente confuso y degradad...