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Sergio Ramírez: «La literatura es libertad y no puede estar atada al propósito de denunciar»

El escritor Sergio Ramírez ha sido este miércoles el encargado de inaugurar el Festival Hispalit de la Feria del Libro de Sevilla en una conversación que ha mantenido con Fernando Iwasaki. Antes ha hablado con ABC y ha hecho una brillante reflexión sobre literatura y sobre cómo ha estado afectado por la política de su país tras la persecución sufrida por el presidente del gobierno nicaragüense, Daniel Ortega, algo que le obligó a exiliarse a España en 2021.

Ramírez se ha mostrado satisfecho por debutar en la Feria del Libro de Sevilla y encima haciéndolo en compañía de un escritor que conoce bien, Fernando Iwasaki. Además, ha comentado que tender puentes entre la literatura española y la hispanoamericana «es muy importante siempre que sean puentes de ida y vuelta». Asimismo, ha afirmado que «hay una gran cantidad de escritores hispanoamericanos viviendo en España. En tiempos del boom ya pasaba, pero ahora hay una invasión masiva. En Madrid vivimos muchos escritores hispanoamericanos de varias generaciones. Hemos llegado por distintas razones. Una buena parte por persecución política, otros para abrirse camino porque un escritor necesita ser editado en España para darse a conocer».

Cuando Ramírez recibió el Premio Carlos Fuentes a la creación literaria en 2014 el jurado destacó del galardonado que su obra conjuga «una literatura comprometida con una alta calidad literaria». Sobre este asunto, Sergio Ramírez dice que «es difícil ser crítico con tu propia obra. Me siento muy bien al calificarme a mí mismo como un escritor realista. La historia de América y la realidad actual nos iluminan para escribir. La realidad siempre se convierte en ficción y nos llama con posos de ficción. Es tan singular lo que ocurre que está ahí para ser tomado».

«Los autores somos una confraternidad sensible cuando se trata de callar las voces libres de los escritores»

Ramírez sufrió la persecución política ya en 2008 cuando el presidente Daniel Ortega le vetó para que fuera prologuista de una antología de Carlos Martínez Rivas que el diario El País tenía previsto publicar. Ante este hecho, otros grandes escritores como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Tomás Eloy Martínez y Ángeles Mastretta lo defendieron. A colación de este tema dice que «me sentí muy acompañado cuando me defendieron. Los autores somos una confraternidad sensible cuando se trata de callar las voces libres de los escritores. Los escritores estamos unidos a la libertad. Somos muy celosos contra la libertad de la escritura, que es un atentado contra la libertad misma. La libertad en general no es posible sin la libertad de palabra».

El autor de ‘Tongolele no sabía bailar’ dice que para él es «un privilegio estar viviendo en España durante estos dos años que llevo de exilio. He tenido mucha solidaridad por parte de los escritores, de los intelectuales y de los españoles. Me identifico con España. Muchos españoles se han solidarizado con mi causa y con la causa de Nicaragua». Respecto el futuro de su país, dice que «ahora mismo es difícil hacer previsiones. Estoy seguro de que la dictadura va a terminar. No sé cuándo, pero algún día volverá la democracia. Actualmente hay un millón de nicaragüenses que han tenido que abandonar el país, y eso es mucho dentro de una población de seis millones. Eso es sinónimo del fracaso del régimen. Dentro del país hay miedo y silencio por la represión».

Asegura también Ramírez que «yo siento el deber moral de criticar la realidad social que me rodea, pero puede haber escritores que no critiquen esa realidad. Uno usa la voz de escritor para hacer la denuncia, pero fuera de sus libros. Yo no uso mi literatura como denuncia. La literatura es libertad y no puede estar atada al propósito de denunciar».

También guarda un gran recuerdo de cuando obtuvo en el año 2017 el Premio Cervantes. «Fue un gran privilegio ser el primer escritor centroamericano en ganar el Cervantes. Es una región poco conocida en el plano literario a pesar de contar con grandes escritores como Rubén Darío o Miguel Ángel Asturias. Fueron unos días muy intensos cuando recibí la noticia en Nicaragua. Fue muy emocionante estar en Alcalá de Henares, ya que fue la última vez que toda mi familia estuvo unida. Hoy en día estamos dispersos por distintos sitios».

Centroamérica Cuenta

Por otra parte, Ramírez es responsable del certamen Centroamérica Cuenta. Sobre esto dice que «es una iniciativa que tiene diez años y que ha crecido mucho. Es un festival que organizamos en Managua. Luego lo hemos hecho en San José de Costa Rica, en la República Dominicana, en Panamá, etc. Es una herramienta muy útil para conectar a los escritores hispanoamericanos. Hemos conservado el festival por la calidad de los escritores. También mezclamos la narrativa con el cine, el teatro y la poesía. En la próxima edición que haremos en Panamá vamos a hacer mucho énfasis en la música y el cine. Tendremos a Alejandro González Iñárritu y a Rubén Blades.

Dice este escritor que a principios del año que viene publicará su nueva novela, ‘El caballo dorado‘. «Es una novela fijada a finales del siglo XIX que empieza en algún lugar de los Cárpatos y que acaba en Nicaragua. Trata sobre una mujer que tiene un carrusel y sus aventuras. Es un acto de invención, no es una novela política. El carrusel es el actor central. Es una relación entre Europa y América Central. Va a salir en enero publicada por Alfagura».

En cuanto a haber compartido la charla con un buen amigo como es Fernando Iwasaki, asegura que «he participado en otros ámbitos con él, como en Málaga y otros sitios. En Sevilla me encuentro como en casa y aprovecharé mi estancia en la ciudad para firmar en la Feria del Libro», concluye.



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