Search
Close this search box.

Sant Jordi, “un oasis en un desierto apocalíptico”, sortea la lluvia en una nueva diada multitudinaria


Este 23 de abril, Sant Jordi no tuvo que enfrentarse al dragón de la lluvia, al que ya venció en la tormenta de hace un par de años cuando enterró la pandemia. Había temor en el mundo libresco tras algunas agoreras previsiones de los últimos días y tras la que cayó el lunes en Barcelona, pero al final solo cuatro insignificantes gotas en el centro a la hora de comer solo consiguieron refrescar algo más la baja temperatura, hasta el punto de que el Pulitzer Hernán Díaz, uno de los diversos autores internacionales que cataban su primera diada, en mangas de camisa, improvisara la compra de un chaleco acolchado para seguir firmando en condiciones.



Source link