La costa malagueña es sin lugar a dudas uno de los tesoros más imponentes de toda Andalucía. Ya sea en verano, cuando aprietan las temperaturas, o en cualquier otra época del año, perderse en cualquiera de las localidades costeras de Málaga, resulta un verdadero placer.
Las opciones que ofrece la Costa del Sol, una región conocida prácticamente en todo el mundo, son casi infinitas. Kilómetros y kilómetros de costa en los que podemos encontrar todo tipo de playas, bellos paseos marítimos y opciones para disfrutar de la gastronomía de la zona indicadas para todos los públicos y bolsillos.
En esta ocasión nos dirigimos al auténtico corazón de esta región, donde se puede decir que prácticamente nació todo. A pocos kilómetros de la capital malagueña y de su aeropuerto, que es la puerta de entrada cada año para cientos de miles de turistas, se encuentra el famoso núcleo de población de Torremolinos. Y dentro de Torremolinos se encuentra nuestro destino, la zona de La Carihuela.
Nos situamos en una zona muy agradable, con ambiente durante todo el año y que cuenta con todo lo que un visitante va buscando: un precioso paseo marítimo, una cómoda playa y bonitas calles plagadas de establecimientos de todo tipo para degustar el famoso ‘pescaíto frito’ y otras especialidades. Al caminar por estas calles del barrio de La Carihuela, cuesta realmente trabajo imaginar que hace sólo unas décadas se trataba de un pequeño y humilde núcleo de población donde vivían los pescadores de la zona.
Pasear por el dédalo de calles que forman La Carihuela resulta un placer en cualquier época del año
En la actualidad, La Carihuela conserva su curiosa morfología urbana, pero lo cierto es que ha cambiado de manera radical desde los años 60, momento en el que comenzó a desarrollarse el turismo en la zona de una forma realmente asombrosa. A pesar de ello, aún conserva cierto sabor, y resulta todo un placer pasear por sus calles o sentarse a disfrutar de una buena cena o de un espléndido almuerzo en su multitud de bares y restaurantes.
La Carihuela se sitúa al suroeste del municipio, y una de las mejores opciones sería comenzar a caminar junto al mar para que nuestros pasos nos dirijan hacia la plaza del Remo. Si seguimos paseando en esa dirección oeste, llegaremos a la zona de Benalmádena, concretamente a Puerto Marina, mientras que si nos dirigimos hacia la otra dirección, hacia el este, caminaremos entre comercios y restaurantes, hasta llegar al denominado Morro de Torremolinos, un monumento natural que divide el paseo marítimo en dos partes. Si tenemos ganas de seguir nuestro paseo llegaremos hasta el final de nuestra ruta, que se encuentra en Los Álamos.
La playa de La Carihuela es una de las más famosas de toda el área de Torremolinos
El fuerte aroma del mar hace que La Carihuela siga manteniendo su personalidad marinera, y que podamos viajar en el tiempo imaginando como sus habitantes eran capaces de subsistir centrándose en los frutos del mar. Es a partir de la década de los años 50 del pasado siglo XX cuando comenzaron a abrir sus puertas una serie de restaurantes en las que los turistas y visitantes podían degustar estos deliciosos pescados y mariscos prácticamente recién capturados.
Lo mejor es dejarse llevar por la intuición, y perderse sin mirar el reloj por el dédalo de calles que conforman el barrio, que recuerda el diseño andalusí de tantos barrios que se encuentran repartidos por la comunidad andaluza. Un paseo en el que irán desfilando ante nosotros lugares emblemáticos como los hoteles Miami, Tropicana o Pez Espada, así como el bazar Aladino, que tiene forma de barco.
Hay muchas cosas que podemos hacer en La Carihuela, entre las que destacan disfrutar de su famosa playa, caminar por el paseo marítimo, sentarnos en un chiringuito o pasear por sus zonas de palmeras con césped natural que nos regalarán una agradable sombra. Un paseo que se puede completar con una visita a la Casa de Los Navajas o al parque de la Batería.