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Qué queda por descubrir en un paraíso turístico que tiene conexión con lo divino

Situada en el centro del archipiélago de la Sonda, entre Java y Lombok, Bali es una de las más de 17.000 islas de Indonesia . Con una imperante atmósfera mágica, la isla está coronada por infinidad de puras, tal y como son conocidos los templos hinduistas balineses. No hay rincón que se tercie que no cuente con uno, fiel reflejo de la vida cotidiana y de su gran conexión con lo divino. Uluwatu, erigido en lo alto de un escarpado acantilado, y Tanah Lot sobre un islote, perfilan algunas de las estampas espirituales más populares de Bali, especialmente al atardecer, cuando el sol se sumerge en el mar tintando el cielo de naranjas mientras las olas embisten contra las rocas. Aunque para hacerse con las evocadoras imágenes de playas paradisíacas y lugares místicos donde gobierna la autenticidad, hay que escapar del sur, invadido por grandes cadenas hoteleras que ocupan Nusa Dua, Sanur, Kuta o Seminyak, y poner rumbo al norte, realizando una parada obligatoria en Ubud , localidad que alcanzó fama con la novela autobiográfica ‘Come, reza, ama’ de Elizabeth Gilbert , y con su versión cinematográfica protagonizada por Julia Roberts.La nube de tráfico que en los últimos años ha colapsado el sur de Bali, llega en muchas ocasiones hasta Ubud. Por suerte, la exuberante naturaleza que la envuelve y su ambiente cultural y místico, hacen que resulte fácil evadirse de los atascos. Abrazada por bosques pluviales y campos de arroz que se extienden hasta el monte Batur o hasta el Agung, el volcán sagrado de Bali, Ubud es cuna de artistas internacionales y yoguis que acuden atraídos por sus energías. Las procesiones y ceremonias se suceden a lo largo y ancho de toda la isla, pero es aquí donde se viven con más intensidad, y cada negocio y vivienda cuenta con un templo donde depositar ofrendas.Además de recorrer las abarrotadas calles principales, atestadas de tiendas de artesanía, productos dedicados al yoga y restaurantes internacionales, es recomendable hacerse con recuerdos en el mercado y visitar el Palacio Real de Ubud y el templo Saman Saraswat , un bonito complejo con estanques decorados con flores de loto. En ambos se exhiben las tradicionales danzas Legong y Kecak por las noches. Las calles circundantes se pierden entre asombrosos senderos que conducen a arrozales. El más famoso es el de Campuhan Ridge Walk , dos kilómetros de naturaleza precedidos por un templo. Sweet Orange Walk Trail no es tan conocido, tal vez por este motivo resulta toda una sorpresa iniciarlo entre las ruinas de un edificio y acabar ante la majestuosidad balinesa. Otro rinconcito oculto en Ubud son las escaleras de Penestanan , de las que guardaremos sus secretos.Para seguir palpitando con la frondosidad de Ubud y sentir el lujo asiático, no hay nada como alojarse en Viceroy Bali. Sus estupendas villas con piscinas infinitas de agua caliente se columpian sobre los bosques lluviosos propios de la zona. Tras despertar con un relajante baño privado ante verdes vistas, ¿qué tal dirigirse a su helipuerto privado para contemplar Indonesia desde el aire? En este exclusivo alojamiento se organizan excursiones únicas para sobrevolar puntos como la isla Nusa Penida y descubrirla desde las alturas. A la vuelta espera un relajante masaje tradicional en el completo spa. Terminar el día cenando en el restaurante Aperitif , inspirado en los años 20, y tomando un original cóctel en su bar de ambiente clandestino.Pistas Ngurah Rai. El aeropuerto de Bali está en Denpasar. No hay vuelos directos desde España, pero Emirates y Qatar Airways operan con escalas en Dubái o Doha. Transporte. Alquilar una moto puede resultar peligroso en el caótico tráfico. Un coche con conductor en los trayectos de larga distancia será la mejor opción. Viceroy Bali. Lujo asiático en un hotel exclusivo suspendido sobre la vegetación de Ubud. Malditos Streetchurros. En este establecimiento de Ubud es posible comer deliciosos churros. Canggu. En la costa sur, este pueblo costero atrae nómadas digitales y amantes del yoga.Los reductos de una Bali genuina aún se encuentran presentes al este y norte de la isla, donde también los precios son mucho más bajos, al menos así será hasta que se ponga en marcha el aeropuerto del norte. Para adentrarse en ellos, la mejor opción es contratar un coche con conductor, ya que las carreteras, a pesar de estar en buen estado, pueden resultar un poco confusas.De camino al norte, las terrazas de arroz de Jatiluwih , Patrimonio de la Humanidad, son estupendas para sumergirse entre kilómetros y kilómetros de laderas color esmeralda. La carretera continúa ascendiendo entre selvas y fincas cafeteras dedicadas al apreciado café Luwak, cuyos granos son recolectados tras ser ingeridos por una civeta y pasar por su tracto intestinal.Postales de Bali En la foto superior, atardecer en la playa de Pemuteran, en el noroeste de Bali. Debajo, ceremonia en el templo Ulun Danu Bratan («cabeza del lago»). A la derecha, los campos de arroz de Jatiluwih E. O.Vínculo con la naturalezaEl corazón de Bali está gobernado por volcanes. Los visitantes optan por coronar Batur al amanecer , de 1.717 metros de altura. Otros conos volcánicos se han transformado en lagos con el paso del tiempo. Es el caso de Buyan y Bratan. En este último, el templo Ulun Danu Beratan parece flotar sobre sus tranquilas aguas. Dedicado a la diosa Dewi Danu, muestra el importante vínculo de los balineses con la naturaleza. El bonito complejo que, con los años, se ha transformado en un parque temático para los fanáticos de las redes sociales, sigue atrayendo a locales, quienes, además de practicar el culto, lo utilizan como centro cultural y social. Los dos lagos se pueden observar desde un mirador en el propio monte Bratan. Cerca, muchos se detienen ante la famosa puerta Handara para tomarse una foto y, a continuación, probar un plato de cerdo en los restaurantes panorámicos del monte. La carretera que conduce hacia la costa norte, donde predomina la religión musulmana, prosigue zigzagueando entre jardines de fresas y atractivas aldeas de montaña como Munduk.Pistas Pererenan. Cerca de Canggu, esta zona turística en desarrollo es popular por sus restaurantes de cocina internacional. Spice Beach Bar. Los mejores atardeceres en la playa de Lovina. Calma Ubud. La piscina de este hotel de Uud es un oasis. Warung. Los establecimientos de comida local están especializados en nasi goreng y mie goreng, arroz y noodles fritos.Una vez en la costa, Pemuteran aguarda con sus verdes colinas y sus sorprendentes fondos marinos. Este pueblo se encuentra protegido por del Parque Nacional de Bali Occidental, un espacio natural donde bucear o hacer esnórquel entre estrellas de mar, peces payaso y arrecifes de coral. El azul profundo del mar marca una pared de 60 metros de profundidad delimitada por los turquesas menos recónditos. Al volver a la superficie, las sorpresas continúan en la Isla de Menjangan . Ciervo es la traducción de su nombre, como los que se ven en sus playas. La isla está habitada por el dios Ganesh, que tiene su templo en ella, el más antiguo de Bali, del siglo XIV. En el horizonte, los volcanes Merapi e Ijen acercan a la próxima otra isla, la de Java.Una mujer vende globos en Pemuteran E.O.Armonía religiosaA 47 kilómetros hacia el noreste, Lovina ofrece otra experiencia marina espectacular, nadar con delfines al amanecer. Muy cerca de este pueblo de escasa infraestructura turística, se ubica el templo de Brahmavihara Arama, el templo budista más grande de Bali, terminando de dejar constancia de que, a pesar de que la religión predominante sea el hinduismo balinés, una mezcla entre culto a los antepasados y a los santos budistas, en Bali las religiones conviven en perfecta armonía. Los bosques selváticos de la región están salpicados por las aguas termales de Banjar y las cascadas de Aling Aling, Lemukih, Banyu o Gitgit en las que merece la pena pegarse un chapuzón.Otros destinos estandar No ESTAMBUL Santa Sofía y los turistas no musulmanes: dónde pueden entrar y cuánto cuesta J. F. Alonso reportaje No TALLIN La preciosa ciudad medieval donde hay robots que llevan la comida a casa J. F. AlonsoOtras poblaciones que ofrecen el encanto calmado de pueblos pesqueros alejados de los focos turísticos son Singaraja y Amed, también al norte, y Candidasa, al este. Todos son idóneos para degustar la gastronomía en sus warungs, terminar de empaparse de la cultura local y practicar deportes acuáticos en bahías solitarias, como el buceo en el Liberty, un carguero de la marina americana abatido por un submarino japonés en 1942 frente a la costa de Amed.Las mejores playas de Bali se encuentran en las Islas Gili , que forman parte de Lombok. Gili Meno, la menor de las tres, es la más sosegada y de arenales sobresalientes. Otro conjunto de islas está formado por Nusa Penida, Nusa Lembongan y Nusa Ceningan. La primera sobresale por las formaciones rocosas de las playas Kelingking y Angel’s Billabong, aunque conviene decantarse por Nusa Lembongan, una pequeña Bali donde seguir permaneciendo cerca del cielo.



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