No es fácil escribir una postal. Hay quien piensa que la imagen es más que suficiente para reflejar un instante, casi siempre, de felicidad. Sin embargo, el poso que dejan las palabras rara vez supera al de una fotografía. No es igual observar que empatizar. Y ahí, ojo, los versos resultan más que poderosos. Este viernes noche, en la fiesta de abril, el suplemento literario de Prensa Ibérica, se anotaron nuevas líneas para el recuerdo. Unas que, más allá de celebrar su aniversario, sirvieron para dejar constancia de los buenos momentos que los libros pueden propiciar. Hubo confidencias, risas y abrazos. Pero, sobre todo, literatura. Aquella de la que también se nutren las postales. Como ésta.
Es viernes de Feria. Y, tras una jornada maratoniana en El Retiro, no había nada como compartir sensaciones y, por qué no, descargar la tensión que autores, editores y libreros llevan acumulando durante meses para que la cita estuviese a punto. Dadas su caras, entre el júbilo y la lasitud, la jugada no ha ido mal. “Aunque hay carreras y nervios, son jornadas de optimismo. La gente pone mucho de sí misma”, dijo Richard Ford, nombre fundamental de la literatura estadounidense. A lo que Manuel Vilas, premio Nadal 2023 por Nosotros, añadió: “Está siendo una edición increíble. Es parte del ADN de la ciudad, por lo que el éxito está asegurado”. Un buen reflejo de la edad dorada que, tal y como confirman los últimos datos, está viviendo el mercado.
Según el Ministerio de Cultura, cada día se publican en España 254 libros. Una cifra impulsada por el aumento de lectores, la revalorización del español y la adaptación de nuevos formatos. Además, de los 75 millones de tomos impresos en España en el último ejercicio, 33 millones proceden de Liberduplex, imprenta vinculada a Prensa Ibérica. “Es necesaria una prescripción de calidad y bien argumentada. Para ello, tenemos a los mejores periodistas y a los más cualificados críticos. En este momento, nuestras entrevistas son las que tienen mayor audiencia en España”, puntualizó Álex Sàlmon, padre de la criatura y anfitrión.
Con Inés Martín Rodrigo, premio Nadal 2022 por Las formas del querer, como su redactora más destacada, el suplemento se ha consolidado como un referente en la prensa: cada sábado, EL PERIÓDICO DE ESPAÑA lo disecciona en internet, mientras que El Periódico de Cataluña hace lo propio en papel. Flanqueado por Ferran Boiza y Albert Sáez, directores de ambas cabeceras, Javier Moll, presidente del grupo editorial, puso en valor la calidad del mismo en su discurso de bienvenida: “Es cultura, pensamiento, reflexión… Y es, además, una mirada singular del mundo a través de quienes cultivan el arte de unir con talento las letras y las palabras. Cada vez que leemos un libro, abrimos nuevos horizontes y crecemos como personas”.
Autoras del momento
Los invitados lo tuvieron fácil para paliar los 32 grados que golpearon la terraza del hotel Meliá Fénix: un reguero de cócteles chillones refrescaron (y endulzaron) una velada distendida. Aquí lo importante eran los libros. Y, por ende, sus autores. Por lo que las formalidades se guardaron para otra ocasión. Entre sorbos y caladas, desfilaron algunos de los nombres del momento: Irene Lozano, Manuel Guedán, Fernando Aramburu, Luis Mangrinyá, Ana Merino e Ignacio Martínez de Pisón. María Dueñas, tras homenajear a la que fue su editora, Antonia Kerrigan, fallecida hace un año, tampoco quiso perderse el encuentro. Sin olvidar a los editores Juan Cerezo, de Tusquets; Joan Tarrida, de Galaxia Gutemberg; Silvia Sesé, de Anagrama; Ofelia Grande, de Siruela; Sol Salama; de Tránsito; Laura Franch, de Planeta; Emili Rosales, de Destino; y Catalina Mejía, de Salamandra Graphic.
“Los libros se venden uno a uno. Me gusta ser agradecido con los lectores que han dedicado su tiempo a leerme”, comentó Manuel Calderón, premio Comillas 2024 por Hasta el último aliento. Por su parte, Eduardo Bravo, que ha acaba de revisitar la carrera de Cecilia en La historia del disco que no pudo ser, destacó la importancia de las firmas: “Cuando alguien viene a verte, quiere decir que le ha gustado el personaje, la historia o el sentimiento. Sólo entonces, sabes que lo están disfrutando”. No faltaron políticos, empresarios y comunicadores a una fiesta que, con el patrocinio del grupo Planeta, se ha convertido en un exponente único del sector. En especial, por la fecha en la que se celebra: el enorme escaparate que acoge Madrid hasta el 16 junio supondrá hasta el 20% de la facturación anual para algunos editores.
Calmar el apetito literario
Algún que otro comentario sobre las inminentes Elecciones europeas cayó. Ahora bien, se diluyeron rápido cuando de novedades se trató de hablar: los títulos más repetidos fueron También fuimos silencio, de Fran López Galán; El celo, de Sabina Urraca; El descontento, de Beatriz Serrano; La seducción, de Sara Torres; y Los escorpiones, de Sara Baquinero. Si algo ha conseguido abril es que se hable de libros todos los meses del año. “En los últimos 15 años, las mujeres hemos dejado de ser unas intrusas. En parte, gracias a los lectores que dieron una oportunidad a nuestras obras. Es un fenómeno imparable”, señaló Julia Navarro, unas de las superventas habituales en España.
Tres horas de juerga no fueron bastantes para calmar el apetito literario. En realidad, sirvieron para avivarlo aún más. Menos mal que a la Feria aún le queda una semana. De lo contrario, sería imposible controlar un ansia que, dado el éxito de la convocatoria, está al alza. “Es paradójico: vivimos un gran momento literario en un mundo que se derrumba por instantes. Ahora bien, creo que la buena literatura puede salvarnos”, subrayó Carlo Feltrinelli, presidente del grupo Feltrinelli, al que pertenece la editorial Anagrama. El futuro es incierto, pero todo parece indicar que estamos en el camino adecuado. Quizá, la postal de 2025 sea capaz de responder esta pregunta.