Pedro Rocha, único candidato actualmente a presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), defendió ante la jueza, minutos antes de pasar a ser un investigado más del caso Supercopa, que no había “cobrado un céntimo” de la Federación durante su etapa como presidente de la Federación Extremeña de Fútbol (FEX). Al menos, y así lo reconoció él en esa declaración a la que ha tenido acceso El Periódico de España, del mismo grupo editorial que este diario, hasta que decidió heredar el sueldo de más de medio millón de euros que cobraba Luis Rubiales en su última etapa en el cargo.
De esta forma, Rocha, al que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha abierto un expediente con el que el Gobierno aspira a suspenderle, explicó a la magistrada que está instruyendo el caso cómo se repartían los fondos de “profesionalización” con los que Rubiales regaba a las distintas federaciones territoriales.
“Reciben una cantidad dependiendo de la función que ejerza ese presidente, que puede ser una cantidad ‘x’ o si tiene mayor relevancia puede ser un poquito más. Lo que pasa es que hay presidentes que sí perciben ese dinero [como sueldo propio] y otros, como es el caso mío, que desde el 2013 que llevo yo en la Federación Extremeña jamás he cobrado un céntimo. Ese dinero que viene de la profesionalización lo he dado para que se empleara en tres puestos de trabajo”, explicó Rocha a preguntas de la Fiscalía, que es quien, veinte minutos después, acabó pidiendo que su condición pasase a la de investigado.
Esta parte del interrogatorio es especialmente importante por las posibles implicaciones que tendría ese reparto del dinero a la hora de conseguir un mayor control de la RFEF y sus asambleístas por parte del presidente. “¿Desde qué año llegaba ese dinero?”, inquirió el fiscal. “No lo recuerdo, pero durante el mandato del señor Rubiales”, respondió Rocha. “Hasta ese momento los presidentes de las territoriales no cobraban…”, apuntó en su declaración el “presidente electo”, como se denominó a sí mismo. “Los presidentes hacen una labor muy importante y el fútbol da mucho trabajo… pero evidentemente lo tienen que justificar”, zanjó Rocha.
Respuestas poco concretas
El que estaba llamado a ser el nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol, tanto por Rubiales como por los asambleístas, no se encuentra acusado, al menos a día de hoy, de ninguno de los delitos que se investigan en el caso Supercopa. De hecho, y al menos eso es lo que se desprende del momento en que su condición pasa de testigo a investigado en el procedimiento, el fiscal y la jueza toman esa decisión como medida de protección para el propio Rocha, que estaba dando respuestas poco concretas.
El extremeño, al que se nota nervioso durante su declaración, llega a ofrecer colaboración absoluta al tribunal: “Pueden pedir ustedes toda la documentación que quieran porque nosotros en la Federación estamos abiertos a darles todo lo que quieran”.
Sin embargo, esa colaboración total ya llegaría un poco tarde, pues uno de los motivos que esgrimió la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) para efectuar los registros y detenciones del pasado 20 de marzo fue que la RFEF no había entregado todos los documentos que se le habían solicitado.
En su declaración, Pedro Rocha va acumulando una serie de negativas y réplicas que derivan en su cambio de condición de testigo a investigado. Rocha, que fue nombrado en 2020 vicepresidente económico de la Real Federación Española de Fútbol, alega que le fue asignado ese cargo porque “era un hombre de fútbol, una persona honrada y transparente que no estaba en ningún caso, como [por ejemplo] el caso Soule”.
El extremeño se refiere a la macrooperación judicial que se inició en 2016 y que puso el foco en los supuestos tratos de favor que Villar, el predecesor de Rubiales al frente de la Federación, tuvo con dirigentes de las territoriales para garantizar su continuidad en el cargo.
Las funciones de Rocha
La fiscalía cerca a Rocha cuando profundiza en las funciones que tenía y tiene la comisión económica de la RFEF que él presidía y que, según su testimonio, estaba compuesta por “once miembros”.
“Yo era vicepresidente representativo, no ejecutivo”, insistió Rocha, quien buscó descargarse de responsabilidad asegurando que no todos los contratos pasaba por el órgano que él encabezaba. “Todos los presidentes de las federaciones somos parte política de la RFEF. Después hay una parte ejecutiva. Yo no formo parte de ella. No estoy en las cuentas de la Federación. No firmo talones. Ni siquiera tengo firma como presidente de la gestora”, se defendió el investigado, quien intercambia negativas firmes con otras a medias que llevan al ministerio público a la siguiente crítica: “Perdone, entonces no niegue categóricamente si no lo sabe”.
El gran punto de fricción llega con los contratos que tienen que ver con la Supercopa de España en Arabia Saudí. Rocha explicó que cuando se suscribió el pacto inicial, anunciado en noviembre de 2019, él no estaba todavía al frente de la comisión económica.
Sin embargo, sí detentaba el cargo cuando se firmó la prórroga para que el torneo continuase en Oriente Próximo. Esta se firmó el 29 de diciembre de 2020, pero el encargado de conducir la transición desde la ‘era Rubiales’ dijo ser consciente de este nuevo acuerdo en el momento de su declaración, a pesar de que se difundió y comunicó en todas las plataformas. “No me informaron. No sé quién aprobó la prórroga. No ha pasado por la comisión económica. No hablé con nadie de esa prórroga. Me estoy enterando ahora mismo”, justificó Rocha.
Esta declaración encendió las alertas de la Fiscalía, que repreguntó del siguiente modo: “¿No sabe cuándo se juegan partidos en Arabia ni se ha enterado de que se ha prorrogado el contrato?”. Más ‘noes’ por parte del expresidente de la gestora que terminan, por otra parte, con un: “Usted parece que desconoce todo”. Esta afirmación alteró a Rocha, quien interrumpe al ministerio público para elevar el tono: “¡Conozco casi todo! ¡Pero hay cosas que pasan ahí que no conozco!”.
Obras en La Cartuja
El siguiente tema, las obras de la Cartuja, que según Rocha tampoco pasó por la comisión económica, acaba por romper el cántaro. “Llegados a este punto y sintiéndolo por usted se le otorga el estatuto de investigado para que con plenitud de facultades pueda ser asesorado por un abogado y se le tome declaración como investigado”.
“¿Por qué motivo?”, lamenta el empresario extremeño, una pregunta que se responde de modo directo: “Eso es todo”. Rocha baja la cabeza, bebe un trago de agua y vuelve a cuestionar su cambio de condición. “No entiendo. No me estoy enterando de lo que he hecho. Para mí esto es problemático. Es que no sé si me he equivocado o no. Me han preguntado por cosas que desconozco. No considero justo esto”.
El diálogo termina con el punto que ha desencadenado la decisión: “A la vista de las manifestaciones parece que por su cargo tendría la obligación de conocer usted los detalles y manifiesta que se está enterando ahora por lo de la prórroga (de la Supercopa)”. Rocha guarda silencio. Son las 11:57 y su condición ya es la de investigado. Hace menos de una hora, simplemente testigo. Sus reiterados ‘noes’ y desconocimiento han modificado una historia que continuará.