Las hemorroides, también llamadas almorranas, son venas inflamadas en el ano y la parte inferior del recto. Y pueden desarrollarse dentro del recto (hemorroides internas), o alrededor del ano, que se denominan hemorroides externas.
Se estima que en España, un 13% de la población está afectada por hemorroides, siendo una de las patologías anorrectales con mayor prevalencia.
Es más frecuente en mujeres. Y su aparición es más común durante el embarazo, debido a los cambios hormonales y al aumento de la presión intraabdominal, propios de la gestación.
Sin embargo, el embarazo no es el único factor de riesgo, ya que puede estar relacionado con otras patologías.
- Enfermedad venosa crónica. Esta dolencia tiene una gran relevancia debido a su alta prevalencia y a su impacto sobre la calidad de vida de las personas que la sufren. Es un mal funcionamiento del sistema de retorno venoso en las piernas que provoca la aparición de venas varicosas. La enfermedad venosa crónica es la patología vascular más frecuente entre la población. La sufren hasta el 64% de las mujeres y el 37% de los hombres.
- Estreñimiento. Esta patología tiene una prevalencia estimada de alrededor del 20% de los habitantes del planeta, según la guía del estreñimiento de la Organización Mundial de Gastroenterología (OMG). Además, es más frecuente en el sexo femenino, en personas con vida sedentaria y en las que digieren dieta baja en líquidos y fibra (frutas y verduras). Los expertos establecen un baremo para hablar de estreñimiento: menos de tres deposiciones a la semana, y que las heces sean duras, en poca cantidad o secas, es señal de que el paciente sufre estreñimiento.
Porque, como explica la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), las hemorroides, a menudo, “se dilatan o inflaman a consecuencia del esfuerzo para evacuar el intestino, aunque pueden ser causadas por otros factores como el embarazo, el estreñimiento crónico, la diarrea o el envejecimiento”.
Quienes más riesgos tienen de padecer almorranas son quienes están de pie o sentado durante mucho tiempo seguido y embarazadas, sobre todo, en las últimas semanas
En verano, debido al aumento de las temperaturas, se convierten en toda una pesadilla al empeorar sus síntomas.
Y es que, la principal señal de las hemorroides es dolor “alrededor del ano” junto a la aparición de “sangre roja brillante en las heces”. Pero es importante destacar que esta sintomatología también puede deberse a otras patologías como sangrado anal o cáncer colorrectal o anal.
¿Se pueden evitar las hemorroides?
Como ya se ha mencionado, el embarazo no es el único factor de riesgo para sufrir almorranas. La obesidad, como señalan los expertos de SEMI, ya que “favorece su aparición por aumento de la presión abdominal sobre el piso pélvico”.
Otros factores también favorecen las hemorroides. “Estar de pie o sentado durante mucho tiempo seguido, especialmente si el asiento es inadecuado; embarazo, sobre todo en las últimas semanas”.
- “La existencia de hipertensión portal, es decir, aumento de presión venosa a nivel del sistema porta, generalmente por padecer una cirrosis hepática, y en menos ocasiones por cáncer. En ocasiones se relacionan con un abuso de laxantes; o factores nutricionales que condicionan una dieta habitual sin residuos”.
Una dieta rica en fibra es esencial para evitar su aparición
Y, por ello, se debe “mantener un ritmo de deposiciones normal” en el que influye beber abundantes líquidos y una dieta con un porcentaje adecuado de fibra. “También el defecar de forma tranquila, estando relajados cuando nos sentamos en el inodoro”, hacen hincapié los especialistas.
La receta para curar las hemorroides
Normalmente, las almorranas pueden disminuir y cicatrizar sin hacer nada. No obstante, el médico de cabecera, o un coloproctólogo, puede recetar un tratamiento médico que consiste en “fármacos antiinflamatorios, analgésicos o ablandadores de la materia fecal”.
Es recomendable además:
- Baño de asiento. Durante 15 minutos, y con agua tibia, sentarse sobre un barreño dos o tres veces al día. Es uno de los remedios caseros más utilizados para aliviar el dolor y acelerar su cicatrización. No se debe agregar jabón y hay que lavar la piel alrededor del ano después de cada baño de asiento.
- Dieta rica en fibra.
- Ejercicio físico.
Cirugía, la última opción
Cuando las hemorroides no mejoran, hay que recurrir a una intervención quirúrgica. La Sociedad Española de Medicina Interna señala que los tratamientos más habituales son los siguientes:
- Crioterapia. Es un método en el que se usa frío para destruir el tejido afectado.
- Fotocoagulación con rayos infrarrojos para quemar el tejido hemorroidal.
- Escleroterapia en el que se utilizan sustancias químicas para su degeneración.
- Desarterialización hemorroidal transanal (THD).
- Procedimiento para prolapso y hemorroides (PPH) para disminuir el flujo sanguíneo de las almorranas.