La Fiscalía Provincial de Madrid ha decidido abrir una investigación para esclarecer la identidad de quienes profirieron insultos racistas contra Nico Williams en el estadio Civitas Metropolitano. El jugador del Athletic Club, que ya declaró el pasado 6 de mayo en una comisaría de Bilbao, se dirigía a lanzar un saque de esquina cuando recibió sonidos guturales imitando a un mono por parte de la grada en la que se ubica el Frente Atlético.
En su comunicado, la Fiscalía explica que lo sucedido puede ser constitutivo de un delito de lesión a la dignidad del jugador o a su integridad, y, como primera medida, ha ordenado a la Brigada Provincial de Información de la Policía que averigüe la identidad de quienes estuvieron involucrados en lo sucedido.
Cánticos racistas
Las autoridades ya identificaron una semana después de lo sucedido a uno de los presuntos agresores, motivo por el que el Atlético de Madrid anunció su expulsión como abonado de la grada de animación “por tiempo indefinido mientras se resuelve su caso en los órganos sancionadores competentes”.
Además, y a fin de facilitar esta labor de investigación, la Fiscalía también ha pedido al club que proporcione todas las imágenes de las que disponga sobre aquel partido que se celebró el pasado 27 de abril y que se saldó con un 3-1 a favor del Atlético de Madrid. Nico Williams marcó el único tanto de los bilbaínos aquella noche, y no dudó en señalar su color de piel para reivindicarse apenas diez minutos después de los cánticos racistas.
“He ido a sacar el córner y he escuchado sonidos de mono. Han sido pocos. Gente tonta hay en todas partes. Espero que esto vaya cambiando poco a poco. Lo celebré así, con rabia, no es normal que te insulten por tu color de piel”, explicó el propio futbolista después del encuentro.
Lo sucedido, además, también quedó reflejado en el acta del partido, donde el árbitro de campo, Juan Martínez Munuera, explicó que “desde la grada fondo sur se escuchó un sonido imitando a un mono ‘UH, UH'”, motivo por el que decidió parar el partido.
“En ese preciso instante se activó el protocolo contra el racismo, indicando al delegado del Atlético de Madrid que el partido no podía ser reanudado hasta que se comunicara por megafonía que dichas actitudes debían cesar y que, en caso de repetirse, deberíamos parar nuevamente, pero esta vez entrando todos a vestuarios”, explica el acta del colegiado, que reanudó el encuentro un minuto después.