Cuando viajamos y nos alojamos en hoteles, uno de los mayores placeres es disfrutar del buffet. Sin embargo, mantener una alimentación saludable puede ser un desafío frente a la tentación de los numerosos y variados platos que se presentan ante nosotros tanto en el desayuno como en el almuerzo y la cena. Para aquellos que buscan balancear el placer con la salud, el conocido como plato de Harvard ofrece una guía sencilla y efectiva para tomar las mejores decisiones de alimentación durante las vacaciones.
¿Qué es el plato de Harvard?
Se trata de una guía creada por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard que emplea un modelo visual que simplifica la creación de comidas equilibradas dividiendo el plato en varias secciones:
Verduras y Frutas (50%): La mitad del plato debe llenarse con una variedad de vegetales y frutas. La clave está en la diversidad y en priorizar las opciones frescas, crudas o ligeramente cocidas.
Proteínas Saludables (25%): Un cuarto del plato debe contener proteínas magras como pollo, pescado, legumbres, tofu o nueces.
Granos Integrales (25%): El último cuarto debe incluir granos integrales como arroz integral, quinoa, avena o panes integrales.
Además, se recomienda beber agua, té o café sin azúcar, evitando las bebidas azucaradas, así como utilizar aceites vegetales como el de oliva para cocinar y aliñar las ensaladas.
Cómo aplicarlo en el buffet
A continuación, te ofrecemos algunos consejos prácticos para aplicar el Plato de Harvard al enfrentarte a un buffet de hotel, aprovechando al máximo las opciones disponibles, pero siempre de manera saludable.
Al iniciar el recorrido por el buffet, dirígete primero a la sección de ensaladas y verduras. Llena la mitad de tu plato con una combinación colorida de vegetales frescos y cocidos. Evita las ensaladas con aderezos cremosos y opta por aliños ligeros o aceite de oliva y vinagre.
La siguiente para es el área de las proteínas, donde deberás elegir opciones como pollo a la parrilla, pescado, huevos cocidos o legumbres. Evita las carnes fritas o procesadas y, sobre todo, controla las porciones.
Muchos buffets ofrecen opciones de granos integrales junto con los tradicionales. Busca arroz integral, quinoa o pan integral para completar un cuarto de tu plato.
Hidratarse de forma inteligente también es importante, así que, para beber, opta por agua o té sin azúcar. Evita las bebidas gaseosas y los zumos azucarados que pueden añadir calorías vacías a tu comida.
Aunque la variedad de alimentos puede ser tentadora, es importante moderar las porciones. Un truco útil es usar platos más pequeños, lo que puede ayudarte a no excederte en la cantidad de comida.
Disfrutar de los postres también es posible, pero con moderación. No es necesario privarse del todo, si bien lo más aconsejable es elegir una pequeña porción de fruta fresca o un postre ligero, y evitar las opciones más pesadas y azucaradas.
Adoptar el modelo del Plato de Harvard al comer en un buffet tiene múltiples beneficios, como una nutrición balanceada que garantiza obtener una variedad de nutrientes esenciales de diferentes grupos alimenticios. También ayuda a controlar la ingesta calórica, lo que puede ser beneficioso para mantener un peso saludable y promueve hábitos alimentarios que pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas y obesidad.