El pitido final de Cordero Vega desató la locura en el Stage Front Stadium. Centenares de hinchas celebraron el ascenso con una invasión de campo que supuso una liberación. Mucho han sufrido todos los pericos en una temporada volcánica que tuvo un final feliz. “Es el día más grande de mi vida, es de locos. Hemos aguantado muchas cosas, de mediocres. Va por la gente que nos quiere. El Espanyol está donde se merece por historia”, proclamó el Manolo González. El técnico fue manteado por los jugadores, que pidieron su continuidad. El gallego tuvo un recuerdo para Luis García: “Es un amigo con el que me llevo de puta madre. El ascenso es también suyo, se lo merece”.