La frase ‘yo me quedaría a vivir aquí’ es un clásico de los viajeros. Sin duda, debe tener algo que ver con el descubrimiento, con la emoción de disfrutar de un lugar nuevo. A partir de la pandemia hay muchas personas que han cumplido su deseo trasladando su oficina lejos de su residencia habitual, convirtiéndose en nómadas digitales.
Un informe de la Comisión Europea elaborado con una encuesta realizada en 2023 que amplía otro trabajo de 2019-2020 se interesa por las ciudades más habitables del continente. O por ser más precisos, por la calidad de vida en 83 ciudades de nuestro entorno. Los resultados del ejercicio de 2023 muestran que la satisfacción general en las ciudades europeas ha disminuido en comparación con los datos de 2019, pero sigue siendo alto: casi nueve de cada diez personas se declaran satisfechas con vivir en su ciudad.
En el informe se dice que las ciudades más pequeñas se perciben como un mejor lugar para vivir para las personas mayores y para las familias con niños pequeños. La gente se siente más segura, caminan solos de noche en ciudades más pequeñas y perciben que su ciudad es más limpia y menos ruidosa que las personas que viven en ciudades más grandes.
El resultado final de la encuesta entre 71.000 personas concluye que Zúrich es la ciudad más habitable de Europa. La mayoría de sus vecinos están contentos con su trabajo, el transporte público, los servicios sanitarios, la calidad del aire y la situación financiera, mientras que el principal aspecto negativo es el precio de la vivienda. En conjunto, el 97% de los habitantes está contento de vivir allí.
Las diez mejores ciudades
Estos son los diez primeros clasificados, casi todos del centro o el norte de Europa. Zürich, Suiza, 97% de satisfacción; Copenhague, Dinamarca, 96; Groningen, Países Bajos, 96; Gdańsk, Polonia, 95; Leipzig, Alemania, 95; Estocolmo, Suecia, 95; Ginebra, Suiza, 95; Rostock, Alemania, 94; Cluj-Napoca, Rumanía, 94, y Braga, Portugal, 94.
Zúrich es una ciudad pequeña, 450.000 habitantes, y manejable a pie o en tranvía. La ciudad antigua (Altstadt) abraza el río Limmat e invita a un paseo largo entre casas medievales, callejuelas, edificios gremiales del Renacimiento. Cada plaza, cada esquina, cada escaparate, merece una parada. En Zúrich todo parece perfecto, como si un cuadro cobrara vida y nos trasladara siglos atrás. Quizá por eso en encuestas como esta aparece como una de las ciudades con mejor calidad de vida del mundo.
Desde el punto de vista turístico, hay que dejarse llevar, y el camino nos conducirá hasta la iglesia de San Pedro, con la esfera de reloj más grande de Europa; o hasta la plaza de Lindenhof, uno de los mejores miradores donde se fotografía una pareja de novios, donde dos amigos juegan al ajedrez en un tablero de varios metros. Hay que coger un barco y dar una vuelta por el lago. Y hay que conocer su historia como refugio de intelectuales en las guerras del siglo XX. Aquí pasaron mucho tiempo Joyce, Coco Chanel, Yves Saint Laurent, Marc Chagall, Federico Fellini, Max Frisch, Friedrich Dürrenmatt o Carl Zuckmayer.
En Zúrich no hay ruidos ni conversaciones altas. No se ven grupos de ‘free tours’. Tampoco hay despedidas de solteros. Turismo de calidad en una ciudad cara, no hay que olvidarlo. Dicen que los sueldos aquí duplican o triplican los de España, pero ese nivel de vida se traslada a los precios, a los coches (infinidad de Tesla), a los zapatos que pisan las calles.
Las últimas de la clasificación
Las diez ciudades menos habitables, según el mismo informe, son Palermo (Italia), Atenas (Grecia), Estambul (Turquía), Tirana (Albania), Nápoles (Italia), Belgrado (Serbia), Roma (Italia), Skopie (Macedonia), Miskolc (Hungría) y Podgorica (Montenegro). Curiosamente, muchas de estas ciudades teóricamente tan poco apetecibles para vivir, según la encuesta, son en cambio destinos muy apreciados por los turistas.