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El desplazamiento de aficionados del Real Madrid para ver la Supercopa de Europa es mayor de lo que cabría esperar para un torneo que se juega en la semana más vacacional del año. Más de 4.000 seguidores españoles del conjunto blanco han hecho las maletas rumbo a Varsovia, donde los de Ancelotti se juega el primer título del año. En el reparto de 10.000 entradas por la UEFA, el Atalanta sale ganando con 6.000 ‘tifosi’. El vigente campeón de Europa remontará en el Estadio Nacional de Varsovia con el apoyo del público local y de los seguidores de otros países cercanos que se han desplazado hasta la capital polaca.
Una camiseta de Lewandowski, jugador del FC Barcelona y de Polonia, en una tienda de souvenirs de Varsovia. / DENÍS IGLESIAS
Control a los ultras del Atalanta y 6.000 ‘tifosi’ desplazados
Con darse una vuelta por el centro de la ciudad que acoge la Supercopa es fácil detectar que los hinchas del Atalanta son más en número y en ruido. Un fuerte dispositivo policial rodea al evento, tanto en el Estadio Nacional como en los principales monumentos. Recae una especial vigilancia sobre la Curva Nord Pisani, el colectivo de animación ‘neroazzuro’, que otrora era uno de los más peligrosos del país. Todavía en mayo de este año participaron en una trifulca con los hinchas radicales de la Juventus en medio de una autovía.
Aunque nada que ver con los años 90, cuando el grupo llegó a tener una estructura similar a la de un grupo mafioso. El acto de violencia más mediático tuvo lugar en 2010, cuando un grupo comandado por el capo de la Curva Nord, Claudio Galimberti, que era jardinero de profesión, lanzó cócteles molotov contra Robert Maroni. El ministro de la Liga Nord en el gabinete que presidía Silvio Berlusconi fue el creador de la ‘Tessera del tifoso’, un carné de control para tener vigilados a los hinchas más peligrosos. “Se nos fue la pinza”, admitió tras el sabotaje de un grupo ultra donde algunos de sus miembros, de ultraderecha, habían apoyado a esta formación en otros actos.

Aficionados del Atalanta en Varsovia. / MARISCAL / EFE
Pero los ultras son una minoría en una masiva afición de Bérgamo que vive con la ilusión de tumbar al Real Madrid, aunque los disturbios los tenga ahora en casa. En la rueda de prensa previa a la Supercopa, Ademola Lookman, ejecutor del Bayer Leverkusen en la Europa League, ironizó sobre el ambiente del vestuario italiano. Una de sus estrellas, Koopmeiners, se ha puesto en huelga para irse a la Juventus. Mientras, Gasperini critica la actitud de los suyos. Parece imposible que sea el mismo equipo que hizo historia hace apenas unos meses.
Con todo, los ‘tifosi’ mantienen su ánimo intacto, porque valoran, y de qué manera, poder jugar una final contra el Real Madrid. “Si me lo dicen cuando dábamos pena en la Serie B”, recuerda un seguidor con una camiseta de Lotto, envejecida, que lleva publicidad de Tamoil. Un recuerdo de los 90, cuando el equipo asomaba la cabeza en la extinta Copa de la UEFA para después convertirse en un conjunto ‘ascensor’ entre la Serie A y Serie B.
Dudek, del ‘alcorconazo’ a apadrinar la peña madridista de Polonia
Frente a ellos, el siempre calmado aficionado del Real Madrid, una seña de identidad que caracteriza a los hinchas blancos de todo el mundo. Porque en Varsovia hay mucho local que se ha enfundado la camiseta madridista para animar al equipo rival del gran ídolo nacional, Robert Lewandowski, cuya camiseta está en todas las tiendas de souvenirs. Eso sí, solo de la selección, ninguna con los colores del Barça.
Curiosamente, solo un jugador polaco ha vestido la camiseta del Real Madrid en su historia: Jerzy Dudek, portero que se retiró en el equipo que dirigía Jose Mourinho tras cuatro temporadas en las que apenas jugó 12 partidos. Dos de ellos, célebres por su desastroso resultado. El batacazo contra el Real Unión en Copa de Rey de 2008 en el Bernabéu y el aún más imborrable ‘alcorconazo’ de la temporada siguiente.

Jerzy Dudek, el día de su retirada y despedida del Real Madrid en el Santiago Bernabèu. / JUANJO MARTÍN / EFE
Pero en Polonia es un auténtico referente. Lo es gracias a encuentros épicos como la final de Champions de la 2004/2005 en la que Liverpool remontó un 3-0 al Milan y terminó ganando en penaltis gracias a la habilidad del único jugador en la historia del Real Madrid.
A principios de siglo, cuando el equipo todavía se conocía como Madrid FC, vistió la camiseta blanca Walter Rositzky, quien se vendió como “el primer polaco del fútbol español”, aunque después se descubrió que había nacido en Hamburgo. Raymond Kopa era francés, pese a ser hijo de inmigrantes polacos. Pero Dudek no es ni mucho menos el único polaco madridista, como demuestra la Peña Águila Blanca de la que es padrino, y que a partir de las 21:00 dará aliento al vigente campeón de Europa.
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