La maravillosa carrera de Manolo González por la banda quedará ya como una de las imágenes del campeonato. El técnico del Espanyol, siempre tan formidable y expresivo, celebró la apoteósica victoria de los pericos como Dios manda. Con rabia y entusiasmo. Así es la vida en Primera. Si en el anterior duelo en casa un gol de Kubo acabó con las ilusiones de los blanquiazules, este sábado sí hubo un final feliz. El Rayo golpeó primero, pero este Espanyol nunca pierde la fe (2-1). Carlos Romero y Alejo Véliz, dos fichajes de Fran Garagarza, firmaron la remontada blanquiazul.
Fue la primera victoria de Manolo González en Primera División y el primer triunfo périco en su regreso a la élite. Los dos primeros goles del Espanyol en la Liga no pudieron tener mejor premio. Ese eterno contragolpe del minuto 96 llevó el éxtasis a los más de 22.000 pericos que acudieron al estadio.
El premio a la constancia
Irvin Cardona topó con el meta Cárdenas, el rechace acabó en las botas de Cheddira y el marroquí cedió a Véliz, que se giró de maravilla en el área y clavó un golazo con algo de fortuna, ya que el punta argentino remató cayéndose.
Fue una tarde de gloria para un Espanyol que volvió a disfrutar como en su anterior triunfo en Cornellà, cuando tumbó al Oviedo y selló el ascenso a Primera. El equipo cerró una semana estelar. Sumó su primer punto en el Metropolitano ante el Atlético y este sábado cumplió los dos retos pendientes: marcar y ganar.
Con 4 puntos de 12 posibles el Espanyol encara el primer parón internacional con buenas sensaciones, consciente de que puede competir perfectamente en Primera. Es cierto que el Rayo pudo llevarse el partido, pero la constancia de los pericos acabó teniendo recompensa.
Mazazo a los 4 minutos
Manolo optó por un par de retoques en su once: Brian Oliván y Jofre fueron titulares en lugar de Tejero y Aguado. Enfrente esperaba un Rayo de más a menos tras su victoria en el estreno en San Sebastián, sus tablas en Getafe y la caída contra el Barça en casa.
“Es una victoria que ayuda mucho. Nos da confianza para el futuro. Hemos sufrido, hemos creído y lo hemos merecido”
Manolo González, entrenador del Espanyol
No se habían cumplido ni cuatro minutos y Álvaro ya había adelantado al Rayo tras un preciso pase de Embarba. El andaluz se coló sin remedio entre Calero y Omar antes de batir a Joan García, el meta que seguiría un año más en el Espanyol tras su flirteo con el Arsenal.
El primero, de Romero
Lejos de venirse abajo, el equipo local volvió a exhibir una magnífica actitud y no tardó en equilibrar el duelo. Jofre emergió por la derecha para asistir a Romero, que definió con su zurda. En un choque vertiginoso durante el primero tiempo, fueron los pericos los que tuvieron más cerca el segundo, pero el cabezazo de Véliz se marchó alto.
Con tablas se alcanzó el intermedio y Manolo movió el árbol con la entrada de Cardona y Aguado. Romero salvó milagrosamente el tanto de Camello y Lejeune disparó al larguero en un tremendo misil que dejó temblando la portería. El Espanyol también tuvo las suyas con un par de llegadas de Cardona y Král que nadie acertó a rematar. Ya en el tiempo añadido, la suerte sí sonrió al Espanyol con el inolvidable gol de Véliz.