En el inmenso mundo de la literatura, los jóvenes y acérrimos de la comunidad literaria han dado un paso más allá e involuntariamente han creado su propia jerga, que no únicamente se limita a los tecnicismos ya conocidos como el ‘plot twist’ o el ‘young adult’. Los nuevos vocablos definen tanto características de las tramas y clichés como ‘trends’ para las redes sociales. Así que, para quienes no estén en el mundillo (o para quienes sí, pero quieran refrescar memoria), he aquí una pequeña guía de las expresiones más usadas en la comunidad para ponerse al día.
‘Romantasy’ y ‘enemies to lovers’
Para empezar, uno de los términos más usados por la comunidad ‘centennial’ (o generación Z) es el ‘romantasy‘, género que se sitúa entre los favoritos de la generación. Se trata de un relato generalmente centrado en una historia de romance, pero con un mundo fantástico e irreal creado por el autor o autora, mezclando los géneros fantástico y romántico.
Relacionado con el ‘romantasy’ y más en concreto en las novelas fantásticas, para referirnos al desarrollo del universo fantástico usamos la expresión ‘world building’ (creación de mundo, traducido del inglés) para especificar si el espacio/tiempo de la novela es detallado, básico, extenso, pequeño… Por ejemplo, las novelas de Sarah J. Maas suelen tener un ‘world building’ detallado, con mucha información, mapas, reinos diferentes, reglas entre diferentes “países”, etc. Lo que también sucede en ‘Alas de sangre’ y ‘Alas de hierro’ de Rebecca Yarros, punteros en la construcción de un mundo fantástico regido por sus propias normas.
Si nos pasamos a los clichés que suelen usarse como guía en las novelas, nos encontramos con varios patrones: uno de ellos es el ‘enemies to lovers‘ (de enemigos a amantes, traducido del inglés), que los protagonistas mantengan una relación de odio con su enemigo máximo y que en el trascurso de la lectora estos acaben enamorándose, como sucede por ejemplo en ‘Una corte de niebla y furia’ (segunda parte de ‘Una corte de rosas y espinas’ de Sarah J. Maas) o en ‘Twisted lies’, de Ana Huang.
En la misma línea también tenemos el ‘friends to lovers’, que responde a las historias donde dos amigos pasan a ser amantes, como sucede en ‘Nosotros en la luna’ de Alice Kellen o en ‘Todos los lugares que mantuvimos en secraeto’ de Inma Rubiales. Y otro de los populares clichés sería el ‘fake dating’, novelas donde sus protagonistas entablan una relación falsa por las apariencias que luego podrá desencadenar en romance, como por ejemplo pasa en ‘El duque y yo’ de Julia Quinn o ‘La hipótesis del amor’ de Ali Hazelwood.
Otro tecnicismo muy usado por la comunidad es el ‘slow burn’, que responde a las historias amorosas que tienen un desarrollo muy lento (lenta cocción, traducido del inglés), o el ‘forced proximity’, cuando los protagonistas se ven obligados a compartir tiempo, espacio o misión y se acaban encariñando (o no). El mejor ejemplo de ambos tecnicismos se aplicaría a la novela de Lauren Roberts, ‘Powerless’, que ha tenido un éxito impecable en la comunidad y que muchos ya ansían la segunda parte, o ‘Bruma Roja’, de Lucía G. Sobrado.
De los tecnicismos a los ‘trends’
Uno de los puntos fuertes de la comunidad literaria ‘centennial’ es que existen las redes sociales para compartir y viralizar libros en la red. Esta se extiende sobre todo en TikTok: el popularmente conocido como ‘booktok’, que recopila todo tipo de vídeos relacionados con la literatura. El espacio se ha convertido en “el mayor club de lectura digital del mundo“, aseguraba Luisa Ramos, responsable de comunicación de TikTok España, en una entrevista con El Periódico este mes de febrero. “El fenómeno se ha convertido en un catalizador que impulsa la literatura y fomenta la lectura en millones de personas, siendo además un escenario global de la cultura local”, apuntaba.
‘Booktok’ es un pozo de vídeos donde abundan los tecnicismos antes mencionados, e incluso estos designan nuevos ‘trends’. Entre ellos están los que recopilan las novelas leídas y por leer. El TBR o el ‘to be read’ es, a parte de una editorial, un tipo de vídeo donde el usuario comparte qué libros quiere leer en el próximo mes o año, haciendo alusión a posibles novedades. Asimimsmo, por otro lado tenemos el ‘wrap up’, que suele ser un vídeo que mensual con las lecturas del mes (a veces acompañadas de valoración personal).
TikTok es un mundo, e insisten infinitud de tendencias que varían, evolucionan o se crean constantemente. Así pues, existen ‘trends’ motivadores para leer, como por ejemplo uno que consiste en girar los libros de la estantería que no se han leído para tener una imagen de todos los libros comprados y no leídos (e incentivar de alguna manera la lectura), u otro que consiste en describir la trama de una novela y desvelar el nombre al final del vídeo para enganchar a nuevos lectores con la historia y no con la portada de la novela. Las ‘booktokers’ de confianza como Alba Zamora, Tamara Molina o Maryam Assakat suelen recrear este tipo de ‘trends’ para mantener a los seguidores al día de las novedades y de los libros que más están triunfando.
También están en auge las curiosas ‘silent reviews‘ (reseñas silenciosas) en la red social china, pues se trata de hacer una reseña sin hablar, únicamente con las expresiones de la cara y el ASMR para describir si un libro ha gustado o no. U otro que consiste en explicar la novela que te has acabado, la que estás leyendo actualmente y la que tienes en mente para tu próxima lectura.
Evolución constante
Podríamos continuar con esta larguísima lista de ‘trends’ y tecnicismos usados por la comunidad, pero la realidad es que la comunidad de ‘booktok’ sigue en crecimiento constantemente y puede ser que dentro de unos meses (o semanas) los ‘trends’ hayan cambiado por completo y que la lista de tecnicismos haya aumentado considerablemente.