Director: Wes Ball
Intérpretes: Owen Teague, Freya Allan, Kevin Durand
Estreno: 10/5/24
Puntuación: * * *
La nueva entrega de la saga de filmes sobre ‘El planeta de los simios’ es la que más se parece a la película fundacional de 1968 protagonizada por Charlton Heston. En una escena, la música recuerda a aquel filme. La secuencia en la que los gorilas cazan humanos también está inspirada en el primer título, así como las imágenes a caballo por la playa. Para rematar el asumido parentesco, la única humana con protagonismo de ‘El reino del planeta de los simios’ se llama Mae, pero los chimpancés la bautizan como Nova, que era el nombre del personaje encarnado por Linda Harrison en la versión con Heston.
Más allá de este tributo o conexión con los orígenes, este décimo filme –si contamos también la versión de 2001 a cargo de Tim Burton, desgajada de la primera serie y de la actual– acontece varias generaciones después de la muerte de César, el líder revolucionario de los simios. La Tierra sigue igual de devastada. Las antiguas ciudades son ahora esqueletos de metal u hormigón cubiertos de musgo y herrumbre. Algunos clanes de los simios están enfrentados entre sí y dominan aquellos que cubren sus rostros con intimidatorias máscaras que parecer surgidas del medioevo.
La historia aporta alguna notable singularidad, como el vínculo entre los chimpancés y las águilas, decisivo en determinados tramos del filme. A los humanos se los llama Eco, y su papel en el relato no es precisamente conciliador; uno de ellos, encarnado por William H. Macy, se ha convertido en bufón del reino de los simios dominantes y le lee libros de historia romana al líder, Proximus, erigido en nuevo y malintencionado César. Es una película muy física, en esencia de aventuras, bastante directa y gratificante.