Los medios especializados lo llaman el ‘Messi del ajedrez’. En la vida de Faustino Oro no ven más que coincidencias con la del astro del fútbol. Ambos argentinos y sobresalientes en sus disciplinas, dejaron su país muy jóvenes para buscar en Barcelona la excelencia. El caso de Faustino, de 10 años, ha saltado a la primera línea mediática después de que este domingo venciera al número uno del mundo, Magnus Carlsen, en una partida bullet de ajedrez.
Parecía tranquilo tras sus gafas con la mirada fija en el tablero, pero algún susurro al realizar sus movimientos delataba su emoción. “¡Vamos!”, dijo bajito cuando detectó un error en su oponente que le permitió hacerse con la victoria. La partida, de modalidad ultrarrápida en la que cada participante dispone de un solo minuto para mover sus piezas, se realizó durante el Bullet Brawl 2024. Oro, con blancas y un ranking ELO de 2955, consiguió derrotar al gran maestro noruego (3246) en 48 jugadas consiguiendo un hito histórico para su carrera.
Empezó en la pandemia
Para su corta edad, quienes le han visto en acción destacan su alto nivel de profesionalidad. Y es que, tras sus partidas, Faustino analiza con su ordenador las jugadas para tratar de aprender y mejorar cara a los siguientes duelos. Una entrega prácticamente inédita en jugadores de su edad y que denota cómo vive este chico un deporte en el que se zambulló hace apenas cuatro años con un tablero viejo de su padre para capear una tarde de aburrimiento en plena época del covid y del que ya ha conseguido casi todos los niveles posibles. Es maestro FIDE y nadie duda de que más pronto que tarde sumará la norma internacional que le falta para ser considerado Maestro Internacional. “Es muy probable que se convierta en el Gran Maestro más joven de la historia, nunca había visto un talento así”, afirma sin contemplaciones Pepo Viñas, el presidente de la Federació Catalana d’Escacs.
“Le ví jugar por primera vez a finales del pasado año contra un Maestro Internacional en Sant Boi. Me dejó totalmente impresionado. Tiene un juego maduro y un dominio espectacular y muy intuitivo de los finales. Estamos hablando de un prodigio”, afirma Viñas, que puntualiza que no es tan raro ver niños capaces de hacer jugadas sobresalientes de forma puntual, pero no con tantísima técnica como en el caso de Faustino.
De Argentina a Barcelona
Alejandro Oro y Romina Simondi, los padres del joven prodigio, fueron conscientes del potencial que mostró rápidamente su hijo. Por eso dejaron todo atrás para apoyarle en el proceso. A finales de 2023 abandonaron sus trabajos en Argentina y se trasladaron a Barcelona para que Fausti, como le llaman sus seres queridos, pudiera seguir trabajando de la mano de los mejores.
Desde Barcelona es económicamente más factible para la familia poder llevar a Fausti a los torneos, que en su mayoría tienen lugar en Europa, algo que no hubiera sido posible si se hubieran quedado en Argentina. “Barcelona es uno de los epicentros de ajedrez ahora mismo. Se celebran muchos torneos y hay un altísimo dinamismo en cuanto a juego”, explica Viñas. “Sus padres tienen la cabeza sobre los hombros y le están proporcionando un entorno estable para que crezca tanto como ajedrecista como persona”, asegura el presidente de la federación.
Una familia “sensata”
“En este momento es importante guiarle bien. Tiene la suerte de tener una familia sensata que no quiere que queme etapas demasiado rápido y que siga relacionándose con niños de su edad para evolucionar también personalmente”, explica Viñas, que afirma que es uno de los componentes más complicados de gestionar en estos casos.
“Es inviable que un niño que está codeándose con la élite mundial del ajedrez pueda compatibilizar la educación regular con el entrenamiento. Hay que aplicar una fórmula parecida a la que se da en otros deportes, por ejemplo con chavales que estudian en el CAR de Sant Cugat y estudian por la mañana y entrenan de forma intensiva por la tarde”, concluye.