Con motivo de la charla olímpica que tuvo lugar en las instalaciones del diario en la que participó Alejandro Blanco, SPORT, del grupo Prensa Ibérica, aprovechó para charlar unos minutos con el presidente del Comité Olímpico Español (COE) y lo cierto es que no defraudó con respuestas claras y directas.
De pequeño, en Badajoz veía por la tele en Objetivo 92 a una chica con una cinta en el pelo que después cavaría su tumba con el dopaje (Marta Domínguez), a un chico que luego ganó el oro en 1.500 en Barcelona (Fermín Cacho) o a un chaval que acabó siendo una estrella del barça y de los Hispanos de balonmano (Enric Masip). ¿Aquello no se puede volver a repetir?
No se puede volver a repetir, porque es la gran clave lo que hablabas surge en el 86. No se había hecho jamás y por desgracia no se ha podido volver a hacer por un tema económico.
¿Cómo lo recuerda?
Fue el gran cambio del deporte español. Veníamos de un deporte individual, de éxitos por individualidades. España siempre tuvo deportistas excepcionales y antes los entrenadores eran unos benditos locos que aprendían por libros y por el sistema ensayo-error. Lo que se hizo en Barcelona fue empezar a pensar en el deporte de una forma científica… Empezar a programar.
¿Pero no se pueden recuperar algunos principios básicos?
Es que estamos en otra etapa, pero tu pregunta es interesantísima, porque yo defiendo que tendemos grandísimos éxitos mucho más allá de la inversión, pero también hemos descuidado el trabajo desde la base de forma unificada. Aquellas campañas serían fundamentales, porque cada vez más jóvenes y más niños practican deporte, pero no hay competiciones regladas escolares ni universitarias a nivel nacional, que podían ser una segunda liga en muchos deportes. Estamos alcanzando la mayoría de edad con grandísimos éxitos, pero nos falta afianzar la estructura.
Estamos alcanzando la mayoría de edad con grandísimos éxitos, pero nos falta afianzar la estructura.
En aquella época la Corona intervino mucho y eran los patrocinadores los que iban a ofrecerse al COE
¡A más sitios no podemos ir! Antes el retorno que tenían las empresas eran los espacios publicitarios en televisión. Llegó un momento en que no les interesaba y el retorno ahora es por campañas publicitarias en el acontecimiento de excepcional interés. ¿Qué pasa? Que hay tantos que las grandes empresas no tienen capacidad para participar en más eventos, porque no pueden producir más campañas de imagen, así que es en un círculo. ¿Qué estoy intentando hablar con el Gobierno? Hagamos un programa para que las empresas que quieran invertir en deporte tengan un tratamiento especial en el tema fiscal y un retorno por tres o cuatro posibilidades y cada una elija. Sería el gran salto en cuanto a recursos económicos privados para el deporte español. Además, cada vez hay más competiciones, cada vez los calendarios están más completos y excepto los países de los petrodólares, el dinero público jamás podrá cubrir la inversión que se necesita para el deporte. Traigamos el dinero privado. El retorno social que tienen las empresas en deporte no lo tienen en otras actividades, pero debemos dar facilidades. Es uno de los debates interesantes que tenemos con el gobierno.
El prodigio italiano de la longitud, Mattia Furlani, ya está en la Polizia con tan solo 18 años. Es decir, que ya tiene el futuro asegurado y un trabajo para siempre…
Mira, es algo que he intentado desde que llegué y sigo sin conseguirlo. Y creo que mmm… dame dos meses y me lo preguntas después de los Juegos. Eso es algo que nos falta. Los deportistas deben tener una posibilidad que para mí dentro de las Fuerzas Armadas sería maravillosa, porque todos los años se sacan muchísimas plazas y sería una forma de tener la mejor representación dentro de nuestras Fuerzas Armadas con los deportistas y viceversa. Si el día de mañana quieren, tendrían un trabajo establecido. Tenemos muchas cosas positivas con muchas cosas que podemos mejorar y dos de ellas son las preguntas que me has hecho.
¿Por qué no hablamos más de finalistas que de medallas?
Bueno, yo digo eso siempre, pero a veces son los propios deportistas. Quedas cuarto y es una medalla de chocolate. ¡Ya querría yo ser medalla de chocolate en algo! Para medir los Juegos, hay tres apartados. La primera es el número de clasificados, porque clasificarse ya significa que eres elite. Segundo, el número de medallistas. Y tercero, el número de finalistas. No podemos dejar de distinguir al que queda del cuarto al octavo.
El país que tiene 15 bronces y 10 platas ha hecho mejores Juegos que el que tan solo tiene un oro…
Claro, pero en el medallero se mide el oro, luego la plata y luego el bronce. Y hay que medir toda la trayectoria del país. Tenemos que dar importancia a esos equipos y a esos deportistas individuales que están entre los ocho primeros del mundo.
Como dirigente olímpico, ¿le da pena que los mejores deportistas del mundo, por ser de según qué países, no estén en París?
Es que yo estoy en contra de eso y todas mis declaraciones son en ese sentido. Yo condeno totalmente lo que está haciendo Rusia con Ucrania, pero no podemos castigar a los deportistas por tener un determinado origen. Los Juegos Olímpicos son el punto de encuentro, de entendimiento y de diálogo que verán miles de millones de personas. Muchos deportistas rusos y bielorrusos ya están compitiendo y no pasa nada. Tenemos que condenar las invasiones y la guerra general sin ambages, pero a los deportistas que quieran representar a ese país no podemos decirles que no pueden competir, porque entonces ponemos el deporte al mismo nivel que la política y eso no puede ser. El deporte es unión, es éxito, es luchar, es igualdad, es integración, y ahí tienen que participar todos.