Hasta hace pocos años era habitual ver muelas revestidas por empastes metálicos, unas amalgamas de plata que se utilizaban para tratar las tan habituales caries.
De hecho, más de uno todavía portará un empaste con este material en su boca. Pero este tipo de amalgamas ha ido evolucionando hacía materiales más eficaces, como el composite, y, sobre todo más seguros. Y es que las llamadas amalgamas de plata contienen mercurio.
“Aunque las amalgamas dentales incluyen una mezcla de metales, incluyendo plata, estaño y cobre, el mercurio es el elemento principal que suscita preocupaciones por su toxicidad. La exposición continua al vapor de este elemento puede tener riesgos potenciales para la salud a largo plazo“, explica la doctora Lorena Trinidad Bueno, odontóloga del Departamento de Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental.
“Estas exposiciones son en cantidades pequeñas, pero existe cierta preocupación sobre la acumulación gradual en el cuerpo, especialmente en tejidos como el cerebro y los riñones. Además, algunas personas pueden ser sensibles al mercurio, experimentando reacciones adversas como irritación de las encías, cambios en el gusto y otros síntomas“.
Los empastes de plata quedarán prohibidos a partir del 1 de enero de 2025
Por todo ello, la Unión Europea acaba de prohibir la utilización de empastes dentales que lleven mercurio, una norma que empezará a hacerse efectiva a partir del 1 de enero de 2025. Esta inquietud lleva ya varios años existiendo en el sector odontológico.
Tal es así que, desde hace unos años, el uso de este material de tratamiento dental se dejó de usar para determinados pacientes como los menores de quince años, para tratar los dientes de leche o para las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Además de la toxicidad provocada por la presencia de mercurio, las amalgamas de plata, a pesar de su durabilidad, suponen otros problemas para la salud mental, como que puede ocasionar cambios en el color del diente debido a la oxidación.
Asimismo, tienen la capacidad de expandirse y contraerse en respuesta a los cambios de temperatura, lo que puede provocar molestias en algunos pacientes. La última desventaja de este tratamiento es que, al preparar un diente para recibir una amalgama de plata, se sacrifica parte de la estructura dental, lo que puede provocar que el diente sea más propenso a fracturarse.
Ventajas de los nuevos materiales para tratar las caries
“Para la OMS, el mercurio es uno de los diez productos o grupos de productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública. Por eso, es fundamental considerar alternativas más seguras, como los composites dentales, también llamadas resinas compuestas”, añade Lorena Trinidad Bueno.
Así, además de eliminar el peligro del mercurio, los nuevos materiales para tratar las caries y otras afecciones dentales, tienen otra serie de ventajas:
- Estética mejorada. Las amalgamas compuestas permiten al dentista personalizarlas para que sean del mismo color de los dientes, con lo que pasan completamente desaparecibidas.
- Conservación del diente. Los tratamientos con estas pastas no necesitan eliminar la estructura dental sana durante la preparación del empaste, lo que mejora la salud bucodental a largo plazo.
- Unión al diente. “Proporciona una buena adhesión química, lo que contribuye a una mayor estabilidad y reduce el riesgo de filtraciones o desprendimientos con el tiempo”, señalan los dentistas de Sanitas.
- Una menor sensibilidad térmica. Al tratar con composite los pacientes tienen menos probabilidades de sufrir sensibilidad dental ante cambios de temperatura en comparación con la amalgama de plata.
“Los composites no contienen mercurio, lo que reduce significativamente la liberación de este metal pesado en el medio ambiente. Por eso, el cambio hacia el uso exclusivo de composites en lugar de la amalgama de plata no solo responde a nuestra búsqueda de tratamientos más estéticos y seguros, sino también a nuestro compromiso con la sostenibilidad”, concluye Lorena Trinidad Bueno.