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La extraordinaria historia de las hermanas McCoy, las siamesas que triunfaron como cantantes en la América esclavista

“Un alma con dos pensamientos, dos corazones que laten en uno”, reza la lápida de las hermanas Millie y Christine McCoy, siamesas afroamericanas nacidas en Carolina del Norte (EE UU) en 1886, destinadas a una vida miserable en la América esclavista, que sin embargo alcanzaron la fama mundial por su talento vocal -una fue soprano y otra, contralto- llegando a cruzar el charco e incluso a cantar ante la reina Victoria de Inglaterra.

La peculiar vida de las hermanas McCoy, fallecidas en 1912, y la idea de reivindicar su legado filantrópico -tras la fama, se dedicaron a ayudar a la comunidad negra- movieron al dibujante Mart Yuls y al guionista Helio Mira a reconstruir la vida apenas conocida de estas siamesas, que nunca quisieron separarse, en la novela gráfica El ruiseñor de dos cabezas, recientemente publicada por Dolmen Editorial tras dos años de trabajo. El cómic lo presentan el próximo 26 de enero en Detroit Llibres de Alcoy.

“La historia la propuse yo porque me gusta coleccionar apuntes de vidas peculiares, de gente que hace cosas insólitas, y me encontré con la fotografía de estas hermanas hace tiempo. Cuando Helio me planteó hacer algo juntos, le propuse esta historia, que tenía todos los ingredientes para ser contada: dos mujeres, negras, esclavas y nacidas con una malformación, que finalmente acaba muy bien, teniendo en cuenta cómo podía haber acabado de mal”, explica Mart Yuls, que añade que tras sus primeros años esclavizadas y explotadas comercialmente, las McCoy también se cruzaron con «ángeles salvadores por el camino» que las ayudaron en su vida libre.

Página de la novela gráfica de Helio Mira y Mart Yuls. INFORMACIÓN


“Triunfaron, alcanzaron la grandeza y se convirtieron en mujeres de clase alta gracias a su talento para el canto, y eso les salvó de una vida miserable. Lo bonito es que luego ellas usaron su riqueza para ayudar a su comunidad que, con el fin de la esclavitud, se vio en tierra de nadie. A pesar de que sufrieron mucho y quisieron aprovecharse de ellas siempre, en lugar de generar rencor y odiar, mostraron una gran calidad humana”, destaca el dibujante, que considera que, “como dice Kant, talento y virtud suelen ir de la mano” y este es el caso. 

La esencia del libro es esa, el triunfo de la música frente a la barbarie o la monstruosidad. “El libro no se centra en el tema freak ni en la típica historia de circo del Hombre Elefante. Se rompe la idea de normalidad y los lectores descubren que los monstruos no son ellas sino los personajes que pululan a su alrededor”, añade Yuls.

Imagen del libro. INFORMACIÓN


A pesar de las dificultades para ahondar en la vida de estas artistas -sorprendentemente, no llevada al cine aún-, ni dibujante ni guionista se sentían atraídos por el formato de biopic al uso,”nos alejamos de lo morboso y nos centramos en una visión más humanista y en su carácter compasivo. Queríamos dar a conocer su historia y reparar esta injusticia de que hayan quedado en el olvido”, comenta el autor de las imágenes de El ruiseñor de dos cabezas, a quien no le ha costado zambullirse en la época victoriana de finales del siglo XIX. 

“Me encanta, siempre he tenido debilidad por esa época, con sus edificios y construcciones, esos trajes… La arquitectura me parece muy bonita, cada rincón contaba algo, me gusta mucho ese mundo de Dickens y creo que tiene un encanto especial, a pesar de que fue una época muy convulsa pero muy interesante para la humanidad porque el mundo moderno avanzaba y se mezclaba con los coletazos del antiguo”, señala.

Ambos se plantean repetir la experiencia y volver al pasado en otra novela gráfica. Pero eso será otra historia.



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