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La leyenda del nombre de la playa de Las Negras: ¿por qué se llama así?

La playa de Las Negras es una de las más visitadas de la costa de Almería. Pertenece a una pedanía homónima que pertenece al municipio de Níjar, en el corazón del Parque Natural del Cabo de Gata. Sus espectaculares paisajes, dominados por grandes acantilados y escasas edificaciones, hacen de este rincón una de las playas más bonitas de Almería.

Las Negras y el misterio de su nombre

El nombre de Las Negras siempre ha estado rodeado de misterio. Los expertos en toponimia no se ponen de acuerdo en la razón de por qué esta zona se denomina así. Lo que sí está claro es que la primera mención conocida de Las Negras fue hallada en un mapa portulano de 1813.

Una de las teorías más sencillas y directas sobre el origen del nombre de Las Negras se refiere al color de las piedras que se encuentran en su playa. A diferencia de otras playas de la Costa de Almería, las piedras aquí tienen un color oscuro, casi negro, que destaca en contraste con las aguas cristalinas del Mediterráneo. Esta particularidad ha llevado a muchos a creer que el nombre de Las Negras se debe precisamente a la tonalidad de estas piedras que cubren gran parte de la orilla.

Estas rocas proceden de un montículo de origen volcánico que se encuentra a la izquierda del pueblo. Este montículo, conocido como Cerro Negro, tiene un marcado color oscuro que domina el paisaje de la zona. De hecho, hay quienes creen ver en su perfil la silueta de una persona mirando al mar, lo que añade un toque de misticismo al lugar.

La leyenda de las viudas enlutadas

Quizá la leyenda más conmovedora y trágica sobre el origen del nombre de Las Negras tiene que ver con un suceso que, según se cuenta, marcó profundamente a la comunidad local. Todo sucedió después de que los marineros de la Cala de San Pedro –lugar donde hoy reside una de las pocas comunidades hippies que quedan– se echaran al mar a faenar y sufrieran un terrible naufragio.

Las esposas de estos marineros, que se dedicaban a labores agrícolas, enviudaron y quedaron desamparadas en un núcleo urbano de difícil acceso. Para sobrevivir, estas mujeres debieron mudarse a otro lugar. Según la leyenda, el nuevo asentamiento que fundaron las viudas se terminó llamando Las Negras por el color de sus ropas, que mantenían el luto por la pérdida de sus maridos.

A la leyenda de las viudas como origen del nombre de Las Negras se le suman algunas otras historias que han quedado en el imaginario colectivo de la población nijareña. Como la de las esclavas negras que llegaron a este enclave de la costa almeriense. Según esta leyenda, aquel núcleo poblacional se llamaba anteriormente Los Almacenes, donde recaló un barco cargado de esclavos y con una tripulación de hombres deshidratados y sin víveres.

Los vecinos de la zona atendieron a todos los que viajaban a bordo de la embarcación. Una vez recuperados, antes de volver al mar, los patrones del barco les regalaron dos esclavas negras. Era la manera que hallaron estos marineros de agradecerles la hospitalidad y los cuidados recibidos. Al parecer, estas esclavas se instalaron en un cortijo que terminó conociéndose como Cortijo de Las Negras, nombre que acabó extendiéndose a la propia pedanía y desterrando el viejo nombre de Los Almacenes.

El nombre de Las Negras está envuelto en misterio y se sitúa entre la leyenda y la realidad. Ya sea por el color de sus piedras, el Cerro Negro, las viudas enlutadas o las esclavas, lo cierto y verdad es este rincón del Cabo de Gata guarda un misterio que sigue fascinando a propios y visitantes. Y es que Las Negras no es solo un destino de playa, sino un lugar donde el pasado y las historias se entrelazan para crear una identidad única y cautivadora.



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