El verano de 2023, el Barcelona, en una situación financiera ruinosa, logró sacar adelante seis fichajes para reforzar un equipo en el que Xavi había pedido contrataciones para poder competir en Europa con garantías. Los seis futbolistas que desembarcaron en el Camp Nou fueron Ilkay Gundogan, Vitor Roque, Oriol Romeu, Íñigo Martínez, João Cancelo y João Félix. Un año después solo queda uno de ellos, el central Íñigo Martínez, y no tiene asegurada la titularidad. Pues si el año pasado fue complicado, este lo está siendo más y el Barça solo ha realizado un fichaje.
Deco y las ‘palancas’
Deco fue nombrado director deportivo el 16 de agosto pasado, el mismo día que Mateu Alemany confirmó su marcha. El brasileño sustituía a Jordi Cruyff, pero no llegó a coincidir con Alemany, que se fue el 2 de septiembre. Deco, por entonces, dirigía una agencia de representantes, D20 Sports, de la que es propietario. En este año, con el brasileño al mando, ha habido un cambio de entrenador con la salida de Xavi y la llegada de Hansi Flick, y se han utilizado varias ‘palancas’ para cerrar e inscribir esos fichajes. Las llamadas ‘palancas’ no son otra cosa que la venta en distintas etapas de parte del patrimonio del club con el objetivo de sanear sus cuentas: derechos televisivos, merchandising, productos oficiales…
Sin embargo, este verano el caos estratégico en el club es aún mayor si cabe. El Barça no ha podido cerrar el fichaje de Nico Williams, cuya cláusula es de 58 millones. Por más presión mediática que se ha metido al jugador, el del Athletic ha sido fiel a su palabra. “Mi sueño es jugar en Europa con el Athletic junto a mi hermano”, confesó a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en marzo, algo que ha mantenido desde su renovación. Luego su intención era irse a la Premier, por más que la prensa catalana y el club, desde su amigo Lamine al presidente Joan Laporta, han insistido en que Nico era el fichaje prioritario del Barça y terminaría vestido de azulgrana, adelantando el número del dorsal y hasta la fecha de presentación.
Dani Olmo, sin inscribir
Al final, los azulgranas solo han cerrado la llegada de Dani Olmo por 55 millones fijos y 7 en variables. El problema es que el Barça sigue sin estar en la norma 1:1 por el tema de la masa salarial y eso dificulta los movimientos de la dirección deportiva. A poco más de 24 horas para el partido ante el Athletic, Olmo sigue sin estar inscrito y no podrá jugar. El club se ha deshecho de su centrocampista más decisivo la pasada temporada, Ilkay Gundogan, que no ha querido condicionar el futuro del Barça y perdona dos años de contrato para liberar masa salarial: “Si mi marcha puede ayudar económicamente al club, eso me hace sentir menos triste”. Pero ni su salida y la Victor Roque, que se marcha cedido al Betis después de que el delantero se negase a ir traspasado al Sporting de Lisboa por más de 30 millones, permitirán inscribir a Dani Olmo.
Gundogan tenía una ficha de 18 millones brutos por temporada y el Barça podrá utilizar el 70% de su salario. Pero con Roque no liberará masa salarial porque el futbolista no estaba inscrito. Por tanto, el club genera un ahorro de 13 millones con la marcha del alemán, pero para inscribir a Dani Olmo debe llegar a 20. Ante la urgencia, el Barça ha cerrado el traspaso de Mika Faye al Rennes por 12 millones y se reserva una opción de compra de más de 35 millones, con un porcentaje de una futura venta del 25%. Flick ha mandado un mensaje a Deco y Laporta desde la sala de prensa: “No es mi trabajo hablar de inscripciones, espero que esté mañana”.
Nico Williams, Luis Díaz, Leao… Chiesa
Paralelamente, desde las oficinas que dirige Laporta se siguen filtrando lanzando globos sondas en forma de nombres de posibles refuerzos aún sabiendo que no tienen ninguna posibilidad de ficharlos por su falta de solvencia. Después de Nico Williams se habló del colombiano Luis Díaz, que está en el escaparate del Liverpool. Pero no hay dinero para afrontar esa operación, como tampoco lo hay para afrontar el del milanista Roberto Leao, que está tasado en 120 millones. Una quimera para este Barça que sí podría cerrar la cesión desde el Almería del defensa Marc Pubill. Esa es la realidad azulgrana, que parece que se conformará con un Federico Chiesa del que se quiere deshacer la Juventus porque desde su lesión de ligamentos cruzados en 2022 no ha vuelto a marcar la diferencia.
Existe tal desgobierno que el entrenador se ha aferrado a Ansu Fati, al que el club buscaba destino. El canterano ha convencido en la pretemporada al alemán y el técnico aplica aquello de “más vale malo conocido que bueno por conocer”. Después de promocionar a varios canteranos de La Masia y de decidir esperar a Ansu que se recupere, cuando se cierre el mercado el próximo viernes solo tendrá un refuerzo, Dani Olmo, con quien además no puede contar porque no está inscrito. Y su mejor expectativa de fichaje es la llegada de Chiesa con su maltrecha rodilla. Cómo verá la cosa Flick, que después de casi dos años sin que el equipo se concentrase en un hotel antes de un partido en casa, ha vuelto a hacerlo.