Los primeros corrales de comedias de España, conocidos así por carecer de techo y por servir cuando no había funciones para guarecer a las caballerías de los viajeros, se construyeron en Madrid. A partir de 1565 y bajo la autorización del rey Felipe II las cofradías de la Sagrada Pasión y la de Nuestra Señora de la Soledad comenzaron a gestionar sus propios corrales destinando los beneficios obtenidos a la financiación de hospitales y a obras de caridad. En 1579, momento en el que se estabilizó en el país el género teatral como una expresión artística que se comunicaba de forma directa con el pueblo, levantaron los corrales de la Cruz y del Príncipe, este último ubicado en la plaza de Santa Ana, en el lugar donde se levanta hoy el Teatro Español. Por desgracia, nada queda en la actualidad de estos espacios escénicos que convirtieron al Barrio de las Letras en la Gran Vía del Siglo de Oro. De todos los corrales de comedias con los que llegó a contar la Comunidad de Madrid solo uno ha llegado a nuestros días, el Corral de Zapateros.
Fachada del Corral de Comedias de Alcalá de Henares
Una joya arquitectónica con más de 400 años
A 30 kilómetros del centro de la capital espera al visitante Alcalá de Henares, ciudad natal del escritor Miguel de Cervantes declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998. Con más de 2.000 años de historia, esta localidad cuenta con un puñado de monumentos de gran valor histórico y cultural, entre los que cabe destacar su Corral de Comedias, también conocido como el corral de Zapateros, el cual presume de ser el más antiguo de España documentado.
Fue en el año 1601 cuando el carpintero Francisco Sánchez recibió por parte del Ayuntamiento de Alcalá el encargo de construir este edificio en la entonces conocida como plaza del Mercado, hoy plaza de Cervantes. Sería inaugurado un año más tarde y en los siglos posteriores iría cambiando de forma. De su primera etapa son el patio empedrado con su pozo, las gradas, dos aposentos del lateral izquierdo del escenario –desde los que se veían las representaciones a través de una reja– y la cazuela, espacio destinado al público femenino ubicado en el primer piso encima del acceso a la sala y fácilmente reconocible por su altura inferior a la del resto de los palcos.
Imagen de la plaza de Cervantes de Alcalá de Henares
Como el resto de teatros europeos levantados en el mismo siglo, el Corral de Zapateros fue adecuándose a las diferentes épocas a través de diferentes reformas que seguían la línea tanto de los espectáculos que se representaban, como de los usos sociales. Así, en el siglo XVIII el edificio pasó a ser un coliseo neoclásico al estilo de los edificados bajo el reinado de Carlos III y para ello se techó su patio con una cúpula, lo que mejoró notablemente la acústica. De esta etapa, en la que se desarrollaron representaciones de canto y orquesta de pequeño formato, destacan también la decoración pictórica de la embocadura del escenario y la conversión de la cazuela en palco de honor.
Interior del Corral de Comedias de Alcalá de Henares
Durante su etapa romántica (1830) se construyeron los palcos en dos plantas en elipse alrededor del antiguo patio empedrado y se decidió cegar con pintura sobre yeso la antigua techumbre. Además, se amplió la anchura del escenario y adoptó una planta elíptica. Con la revolución cinematográfica que tuvo lugar en el siglo XX se apostó por convertirlo en un cine instalando una pantalla de proyección, uso que se mantuvo hasta los años 70.
Interior del Corral de Comedias de Alcalá de Henares
Por desgracia, en los años posteriores dejó de ser rentable lo que llevó a su abandono. Para evitar el derrumbe de este edificio histórico en 1981 se comenzó un laborioso proceso de restauración que se prolongó hasta 2003.
Desde 2005 es el equipo del Teatro de La Abadía el que se ocupa de su gestión y programación cultural. En abril de ese año este espacio cultural volvió a abrir sus puertas al público con el estreno del concierto ‘Músicas del Quijote’ dirigido por Jordi Savall e interpretado por la Capella Reial de Cataluña.
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Cómo llegar: A Alcalá de Henares se puede llegar tanto en coche, tomando la A2 con salida en el kilómetro 23, como en transporte público cogiendo las líneas de Renfe C2 y C7 o los autobuses 223 o N202 desde Avenida de América.
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Precio: El importe a pagar por las visitas guiadas es de 4 euros por persona.
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Las entradas se pueden adquirir en la página web corraldealcala.com o en la taquilla 30 minutos antes de cada pase.
Actualmente, para visitar este mítico edificio se puede optar por asistir a alguno de los espectáculos que se representan o por coger una visita guiada en la que se enseñan también las tramoyas y artificios que se utilizaban para cambiar decorados y que hacían las veces de lo que hoy se conoce como efectos especiales.