Sol radiante y suave arena, un auténtico paraíso. Podríamos ir a cualquier punto del litoral andaluz, casi mil kilómetros de costa, pero vamos a viajar hasta el interior para descubrir las mejores playas de agua dulce que están en Andalucía, según la revista de viajes Traveler.
La playa del embalse del Conde del Guadalhorce, en Ardales (Málaga), ha sido siempre conocida como la del pantano de El Chorro. No obstante desde hace poco han empezado a referirse a ella como la playa del Caminito de Rey, ya que es en esta zona recreativa, equipada con mesas, bancos, fuentes, zona de barbacoas y hasta hidropedales, en donde suelen acabar la jornada quienes regresan del desfiladero de los Gaitanes.
Esta peculiar playa se ubica en el entorno del embalse que forma parte de uno de los seis embalses del curso medio del río Guadalhorce y sus principales afluentes: el río Guadalteba y el río Turón. Se pueden practicar actividades acuáticas en la zona recreativa conocida como ‘La Isla’ con el alquiler de hidropedales y kayaks y otros deportes como el senderismo, la escalada, la espeleología o la pesca deportiva.
Ardales aglutina un gran número de atractivos turísticos. A su patrimonio monumental e histórico hay que sumarle las maravillas naturales que nos ofrece, desde aquí podremos visitar el extraordinario Caminito del Rey y el Desfiladero de los Gaitanes.
Una de las cascadas de Río Verde en Otívar
Río Verde en Otívar
La segunda playa que destaca Traveler en Andalucía se encuentra a las afueras de Otívar, en la provincia de Granada. Existe un camino señalizado perfecto para practicar barranquismo, pero también para nadar entre pozas de color esmeralda.
El sendero de Río Verde, que recorre el Parque Natural de Sierras de Tejeda, Alminara y Alhama, deja para el recuerdo imágenes tan impactantes como el salto de agua bautizado como ‘Las Chorreras de los Palos’ o la ‘Cascada de los Árboles Petrificados’, que no necesita de mayor explicación, salvo recalcar que estos han sido mineralizados por la acción del agua caliza.
Estte río nace en la parte oriental del parque natural como confluencia de varios arroyos entre el barranco de Mina Rica y el barranco de las Chorreras. En su recorrido, de unos 22 kilómetros, recorre el límite entre Otívar y Lentegí, y atraviesa Jete y Almuñécar hasta desembocar en el mar Mediterráneo junto a la punta de Velilla.
Para los amantes del senderismo, Otívar es punto de partida para diferentes rutas turísticas, siendo la principales las de la ‘Junta de los Ríos’, que descendiendo hasta las profundidades del valle, nos adentramos en un paraje singular; donde se unen el barranco de la Topera y el barranco de la Chopera, para dar origen al Río Verde. El agua, la piedra y la vegetación de ribera, se conjugan en pleno contacto con la naturaleza, dando lugar a coloridos y sofisticados paisajes de roca caliza, erosionada y moldeada por el agua en su descenso hacia el Mediterráneo.