Con la llegada de las vacaciones escolares algunos padres respiran tranquilos porque se liberan de las múltiples infecciones que afectan a los niños durante el colegio. Pero como en muchos casos los pequeños siguen asistiendo a campamentos, los virus siguen circulando.
- Uno de los más habituales es el parvovirus B19, que provoca una patología llamada “la quinta enfermedad” o también como “la enfermedad de la bofetada”.
El origen de los nombres de esta patología leve es curiosa.
Se denomina “quinta enfermedad” porque históricamente ocupaba este puesto en la clasificación de enfermedades eruptivas cutáneas más frecuentes en la infancia.
Pero su nombre más popular, la enfermedad de “la bofetada” se debe a uno de sus síntomas más característicos.
Porque como explica el pediatra de Quirónsalud Infanta, doctor Osuna Vera el megaloeritema, también conocido como eritema infeccioso, “se manifiesta con una erupción muy característica en las mejillas que hace que se parezca a una bofetada”.
Síntomas de la enfermedad de la bofetada
Una de las características de esta infección tan común entre los niños es que suele pasar inadvertida en un primer momento ya que sus primeros síntomas son muy inespecíficos y es posible que se puedan confundir con un simple catarro. En este sentido, el doctor Osuna señala que las molestias más habituales son:
Tras estas señales tan leves “brota la erupción típica que comienza en las mejillas y es de color rojo brillante”, señala el experto en pediatría.
Tras la cara, la lesión cutánea se suele extender a otras partes del cuerpo, “siendo muy característico que afecte a nalgas y extremidades con lesiones rojizas reticulares que asemejan un encaje. No suele aparecer en las palmas y las plantas, sin embargo, en ciertas ocasiones puede llegar a picar“, añade.
Ante la aparición de esta erupción, el doctor Andrés Alberto Osuna Vera advierte que los padres no deben alarmarse ya que lo más habitual es que estas manchitas vayan desapareciendo hasta remitir en una semana aproximadamente, aunque “cabe la posibilidad de que puedan llegar a reactivarse durante un periodo más largo debido a determinados factores como la luz, el sol o el calor“, tan habituales durante estos meses de verano.
Como ya hemos dicho, se trata de una enfermedad leve cuyo diagnóstico se suele obtener en el momento en el que aparece su característica erupción facial.
En cuanto al tratamiento, el pediatra señala que no hay nada específico y que tampoco existe vacuna para evitar la infección. “Usualmente sólo es necesario el uso de antitérmicos para mejorar la fiebre si la hubiese o el malestar general”, remarca.
¿Cómo se contagia la enfermedad de “la bofetada”?
Esta infección se contagia con bastante facilidad a través, “principalmente de las gotitas de saliva que se emiten al hablar, al toser o al estornudar”, indica Osuna Vera.
Pero este contagio solo se produce en un momento muy concreto y es “durante el periodo de incubación y al inicio de los síntomas inespecíficos”, cuando es complicado determinar si se trata del parvovirus u otro tipo de microorganismo.
Por el contrario, una vez que aparece la erupción cutánea en el rostro y el resto del cuerpo, que es cuando se puede reconocer de qué enfermedad se trata, el parvovirus B19 ya no es contagioso, “por lo que no es necesario tomar ninguna medida de aislamiento, ni de exclusión escolar”, concluye.