Empeñado en acabar con el problema de racismo que, según él, sufre el fútbol español, a Vinicius Jr no le tiembla el pulso a la hora de enfrentarse a los racistas, ya sea dentro del terreno de juego, en sus redes sociales o en los tribunales. Lo hizo cuando le insultaron en Mallorca (“¡Eres un puto mono!”), en Sevilla, en Pamplona o en Valencia, pero también dio la cara cuando cuatro ultras del Atlético de Madrid decidieron que los cánticos racistas no eran suficientes y decidieron, presuntamente, irse a un puente a colgar del cuello un muñeco hinchable con su camiseta.
Este sábado (21.00 horas),
Mestalla, el lugar en el que todo terminó de saltar por los aires la temporada pasada cuando decidió señalar a un aficionado que le estaba haciendo gestos de simio desde la grada. Antes de eso, Vinicius ya había sido recibido con insultos racistas cuando el autobús del equipo llegó al estadio, y volvió a recibirlos después cuando parte de la grada le cantó que era un “mono”. Eso es, al menos, lo que él defiende, pues el tema sigue vivo en los tribunales y el jueves de la semana que viene declararán más testigos de lo sucedido.
El caso se encuentra ahora mismo en el Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia, y, por el momento, ya ha provocado la detención de tres aficionados chés de entre 18 y 21 años y una tensión entre Vinicius y el club ché que sigue viva casi un año después. Él sostiene que los cánticos racistas en Mestalla fueron de parte de la grada, no toda, mientras que desde el Valencia CF y su entorno sostienen que lo que se le gritó fue “tonto” y que se les ha estigmatizado a nivel internacional a pesar de que expulsaron inmediatamente a los tres racistas identificados.
Racismo sin castigo
El Valencia no fue, sin embargo, el único ni el primer club que tuvo que sancionar a sus propios aficionados por dedicar cánticos racistas a la estrella del Real Madrid. “¡Vinicius, eres un mono, un puto mono!”, le gritó un hincha del Mallorca en el estadio de Son Moix en febrero de 2023. La Liga presentó una denuncia en los Juzgados de Palma y el jugador, lejos de dejarlo pasar, decidió declarar ante la jueza y no perdonar al joven de 21 años, al que el club bermellón retiró el carné de socio durante tres años.
Allí, la defensa le planteó si lo de llamarle “mono” era porque hace “monerías”. “Eso será a la gente blanca, no a la gente negra”, respondió el jugador del Real Madrid, que dijo haberse sentido “ofendido” con lo que le gritaron. “No se puede hacer eso con la gente negra, que se ha visto afectada durante toda la historia de la Humanidad. A mí me insultan porque soy un jugador importante y de raza negra, por las dos cosas”.
También en Mallorca, la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Palma ha decretado recientemente el archivo de otra causa que se había abierto por una pancarta racista contra Vinicius y que era exhibida en un bar frecuentado por los radicales del club balear. La jueza dice que “no consta acreditado quién o quiénes fueron las personas que colocaron las pancartas en la entrada del bar donde se reunían habitualmente los miembros del grupo ultra Supporters 99”.
No se pudo identificar a quienes escribieron carteles de ‘Vinicius, basura, tu piel no tiene cura’
Ese mismo día, en los prolegómenos de un partido del Mallorca contra el Valencia, la Unidad de Drones de la Policía Nacional también detectó cómo un grupo de personas arrancaba carteles de propaganda política de las paredes para escribir detrás mensajes del estilo: “Vinicius, basura, tu piel no tiene cura”. No se les pudo detener.
Tampoco tuvieron castigo los insultos racistas que sufrió el jugador del Real Madrid en el partido que jugó contra el Osasuna a mediados de febrero de 2023. A pesar de que el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona aseguró que lo sucedido “podría ser contitutivo de delito”, la imposibilidad de identificar a los responsables le llevó a tener que archivar la causa.
Un muñeco colgado de un puente
Sin embargo, el episodio más flagrante de agresión racista a Vinicius hasta la fecha es el que sufrió por parte, presuntamente, de cuatro ultras radicales del Atlético de Madrid que según la Policía compraron un muñeco hinchable, le pusieron una camiseta del Real Madrid del jugador brasileño y lo colgaron del cuello de un puente. A su lado, una pancarta para avisar en la previa de un derbi: ‘Madrid odia al Real’.
Sentados frente al magistrado del Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid, los cuatro radicales imputados por lo sucedido tuvieron que declarar hace dos meses acusados de delitos contra la dignidad, la integridad moral y de amenazas. Por ello, la Fiscalía Provincial de Madrid pide cuatro años de cárcel para cada uno de los miembros del Frente Atlético acusados, que, dice, lo hicieron “como muestra inequívoca de menosprecio y rechazo hacia el color de piel de la víctima“.
Más recientemente, a finales de octubre de 2023, el jugador fue víctima de lo que él catalogó con ironía como el “episodio racista aislado número 19”. Ocurrió en el Sánchez Pizjuán, el estadio del Sevilla, cuando un niño fue el protagonista de un “comportamiento xenófobo y racista”. En esa ocasión, el club hispalense atajó lo sucedido rápidamente y le expulsó, pero Vinicius aprovechó lo sucedido para pedir una mejor educación para los más jóvenes y una mayor contundencia de la justicia española.
“La cara del racista de hoy se plasmó en Internet, como en muchas otras ocasiones. Espero que las autoridades españolas hagan su parte y cambien la legislación de una vez por todas. Estas personas también deben ser castigadas penalmente“, dijo el brasileño.