Víctor Francos tiene todas las papeletas para seguir siendo secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes en esta nueva legislatura. Al menos, a medio plazo. Tanto en el PSOE como en el mundo del deporte dan prácticamente por segura la continuidad del político catalán, pese a que su departamento deja de estar en manos de su ‘padrino’ político, el ya exministro Miquel Iceta, para pasar a depender del Ministerio de Educación, dirigido antes y ahora por Pilar Alegría.
Alegría tiene previsto mantener sin cambios el grueso del actual organigrama en Deportes, una información que ya ha sido trasladada a varios de los despachos más importantes del deporte español en los últimos días. Fuentes del entorno de la ministra apuestan por el continuismo en el actual organigrama que hereda del Ministerio de Cultura. Al menos por el momento. Alegría, que a sus competencias en Educación suma no solo Deportes, sino también la portavocía del Gobierno, quiere asentarse primero en sus nuevas responsabilidades y conocer de primera mano todas las carpetas que están abiertas para “estudiar y trabajar”, según las mismas fuentes.
Las carpetas abiertas en el CSD
La voluntad de Alegría engarza con el gran número de asuntos de gran importancia que tiene el CSD sobre la mesa y que aconsejan la continuidad del actual equipo durante al menos varios meses. Como carpeta más prioritaria, por una cuestión de calendario, Francos y su equipo deben terminar de perfilar la Orden Ministerial que regulará los procesos electorales en las federaciones deportivas, con especial atención a la de fútbol, que celebrará comicios anticipados en el primer trimestre de 2024 tras el escándalo del caso Rubiales.
También en materia futbolística, España debe terminar de dar forma al proyecto que comparte con Marruecos y Portugal para albergar el Mundial masculino del año 2030. Este es uno de los principales argumentos para que Pedro Sánchez haya decidido separar Deportes de Cultura, que es una de las cinco carteras que ha decidido a Sumar y que ocupa Ernest Urtasun. En especial, la presencia de Marruecos en la ecuación, con la que Francos ya ha estado lidiando en los últimos meses. Se valora, en este sentido, su experiencia y su buen hacer.
El desarrollo de la Ley del Deporte
Por último, pero no menos importante, el CSD debe completar el desarrollo reglamentario de la Ley del Deporte aprobada en diciembre de 2022. A favor de la continuidad de Francos juega también que él fue, entonces como secretario general del Ministerio de Cultura y Deporte, el principal muñidor del acuerdo final tras la rebelión de los equipos de LaLiga, una institución que discrepó vehementemente por varios puntos concretos y que siempre ha visto a Francos como un hombre próximo al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez.
Como recuerdan en el equipo de la ministra, cuando sustituyó Alegría a Isabel Celáa al frente de Educación “tardó casi un año en hacer cambios”. Quien era el número dos del ministerio lo siguió siendo también de Alegría hasta que se cerró el desarrollo reglamentario de la Lomloe, la actual ley del sistema educativo. Para ocupar lugar ascendió al director general de Planificación y Gestión Educativa del ministerio, José Manuel Bar.
El hecho de no acometer cambios hasta casi un año después de aterrizar en el departamento da cuenta de su lógica de trabajo, sin interrumpir las líneas de trabajo pendientes. Solo una vez cerradas las carpetas y trazados nuevos objetivos. Quienes han trabajado de cerca con Alegría abundan en que este suele ser su método. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha priorizado en la elección del nuevo Ejecutivo una lógica continuista al mantener a su núcleo duro y reforzar a los perfiles más fieles y políticos.
Los equilibrios del Gobierno
A todos estos factores se une también el del equilibrio territorial dentro del PSOE. La cuota catalana del Gobierno ha pasado de dos ministros a solo uno (Jordi Hereu, en Industria y Turismo). La continuidad del también catalán Francos amortigua esa pérdida de poder del CSD, más teniendo en cuenta que será una Secretaría de Estado con mucha proyección en los próximos meses, con los Juegos Olímpicos de París 2024 en el horizonte.
Durante el traspaso de carteras, Alegría apenas dio pistas en su discurso sobre la hoja de ruta para sus nuevas competencias en Deportes. Eso sí, avanzó que seguirá trabajando en los mismos “retos” que había emprendido su predecesor, Miquel Iceta, respecto al apoyo de los deportistas de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024, así como en lo referente a la promoción de deporte base y una mención especial a la selección femenina de fútbol.