«Mire, a mi me dijo una vez. ¿Qué hace usted con esos brazos tan bellos?, álcelos al cielo y baile. Y lo hice. Esa fue la lección que me dió Vicente Escudero», y entonces, el que hablaba, el gran bailaor y maestro utrerano José de la Vega, a punto de cumplir los 92 años, hizo compás con sus manos, y ante el asombro de la delegada municipal de Cultura, Minerva Salas, se puso a bailar por alegrías en una de las salas de la exposición, ‘Coreografía. Bailes y Danzas de Vicente Escudero’ que se presentó en el Espacio Santa Clara.
La muestra, coproducida por el Instituto de la Cultura y las Artes (ICAS) junto al Centro Federico García Lorca de Granada y el Museo Patio Herreriano, y comisariada por Pedro G. Romero, reúne en Sevilla, tras pasar por Granada y Valladolid, medio millar de obras entre pinturas, dibujos, fotografías, objetos, vestuario, películas, documentos y carteles de la época, siendo la más grande dedicada hasta la fecha en torno a un artista que revoluciono el flamenco y creó, según el comisario de la muestra, «la forma del flamenco de vanguardia que conocemos hoy día».
El bailaor José de la Vega, gran amigo de Vicente Escudero, es junto a los sobrinos nietos del artista, Julio César y María Angeles Fraile Sandonís, uno de los grandes coleccionistas de la obra de Escudero y prestador de esta exposición. También estaba presente, Laura García Lorca, sobrina del poeta y directora del Centro Lorca. «Yo he cedido para esta exposición gran cantidad de cuadros, así como una guitarra dedicada por Vicente Escudero, y otro material. Incluso se exponen unas catañuelas de aluminio que le regalé», dice José de la Vega.
En la presentación, Minerva Salas, delegada municipal de Cultura Salas destacó que, «Sevilla no podía faltar a esta cita. El flamenco es uno de los pilares culturales de nuestra ciudad y una de las artes que mejor representa nuestra idiosincrasia, nuestra identidad y nuestro carácter. Entre otras razones, porque el flamenco recoge en sí mismo esa Sevilla en la que convive la tradición y la vanguardia«.
Vicente Escudero trabajó y aprendió mucho con Antonia Mercé ‘La Argentina’ con quien iba a realizar una gira americana que se truncó por la muerte de ésta el 18 de julio de 1936, cuyo cartel que está en la exposición. Escudero decía, «cuando la Argentina estaba en Zuloaga, yo andaba ya en Picasso», comentó el comisario de la muestra, «aunque los dos estaban en Picasso a la vez, porque por aquella fecha Gertrude Stein estaba escribiendo poemas cubistas basados en el baile de Argentina. Pedro G. Romero añadió que ‘El Amor brujo’ de Falla iba a dirigirlo Escudero en su estreno, «pero luego reconoció que había sido mejor que lo hiciera Argentina, porque él no se sentía preparado».
La muestra está dividida en cinco áreas que recorren ‘Lo nuevo y lo viejo’, ‘El amor bujo, el Molinero’, ‘Los bailes primitivos flamencos’, ‘La seguiriya’, ‘Decálogo’ y ‘Flamenco de Castilla’, rindiendo así homenaje a Vicente Escudero (Valladolid, 1888-Barcelona, 1980), en toda su plenitud como artista y performer, también como pintor, dibujante, y teórico.
Enmarcado como bailaor flamenco en esa Edad de Plata de la Danza Española, que supuso el inicio del siglo XX, el trabajo de Vicente Escudero plantea de forma radical un modo de hacer particular, en línea con las enseñanzas de las vanguardias pero, también, inventando una tradición que, a la postre, se conocerá como baile jondo o flamenco primitivo. El escultor Jorge Oteiza sólo consideraba importantes a dos artistas en la España de los años cincuenta, José de Val del Omar y Vicente Escudero. Los dos colaboraron en el filme ‘Fuego en Castilla’.
«Este proyecto expositivo no es sólo de Escudero como bailaor, sino como creador absoluto, porque es uno de los grandes de la generación de la República. No es sólo un maestro clave de la historia del flamenco, sino que trabajaba en las artes plásticas y la experimentación y lo hacía en diálogo con artistas de vanguardias de su época. Por ejemplo, la película ‘Bailes Primitivos Flamencos’ de Herbert Matter, se expone ahora junto al ‘Guernika’ de Picasso en el Reina Sofía, en la sala de La noche española. El se inventó el flamenco de vanguardia y el flamenco de Farruco, el Güito o Mario Maya sin Escudero no se puede entender. Escudero, por ejemplo, bailó en el silencio en Nueva York casi veinte años antes que Merce Cunningham y cabe destacar sus experiencias extremas, como el baile con motores en el París de los años veinte. Fue un adelantado a su tiempo».
Escudero fue el creador del concepto de baile jondo, siguiendo las dinámicas del Concurso de 1922 en Granada; inventa el ‘Decálogo’ uno de cuyos originales dedicado a José de la Vega se exhibe en la exposición, Decálogo que es la ordenanza básica de la tradición y se pone al rescate arqueológico de cantes y bailes que habían quedado fuera del canon, y amplía el territorio flamenco más allá de Andalucía.
En la muestra carteles de teatro, como el que recoge la participación de Escudero, como gran estrella, en las despedidas que la gran bailarina rusa Anna Pavlova realiza en capitales de Europa como Londres y Berlín; una película realizada en el Sacromonte de Granada por el propio Escudero en un concurso de baile que gana una gitanilla del barrio, cartas donde Escudero da su opinión a Manuel de Falla sobre el montaje del Amor Brujo; dibujos de escenografías…, «Escudero tuvo compañía hasta los años 60, porque la enfermedad de su pareja artística Carmita García, rompió la compañía, pero sí hacía recitales. A él se le considera como el maestro de la performance», asegura Pedro G. Romero.
La muestra estará abierta al público hasta el próximo 14 de enero de 2024 en el Espacio Santa Clara.