‘Accentuate the positive’
Van Morrison
Exile Productions
Rhythm and blues
★★★★
Si bien Van Morrison nunca ha detenido la velocidad editorial de crucero en sus cinco décadas de carrera, en los últimos tiempos lo vemos más activo si cabe. ‘Accentuate the positive’ es su segundo álbum con material fresco de este año, tercero si contamos el acopio de pistas inéditas de ‘Beyond words: instrumental’. Y si ‘Moving on skiffle’, lanzado en marzo, ponía el foco en ese género americano mestizo que, en los 50, fue popular en el Reino Unido, la nueva obra amplía el encuadre sin dejar de apuntar a las músicas transatlánticas que amenizaron su infancia y juventud.
‘Accentuate the positive’ es, como aquel, un álbum de ‘covers’, despierto y fogoso, con todo el oficio propio del personaje en su versión más dinámica. El título lo dice todo: nos lleva a una época lejana e iniciática, el año 1944, cuando Arlen y Mercer firmaron esta pieza que, entre otros, grabó Bing Crosby con The Andrew Sisters, y a su vez desprende un agradecido mensaje de buena esperanza. ‘Van the Man’ suaviza esa imagen de eterno gruñón agravada con su producción de pandemia, en la que regañaba a sus seguidores por tener cuenta en Facebook o por no sumarse a las tesis ‘conspiranoicas’. Manda aquí la diversión, y el afán por enfatizar la vigencia de esas fuentes bautismales.
Fiesta y romanticismo
El swing, el rhythm’n’blues y el rock and roll de primera hora campan sin freno y con buenos alimentos. Morrison animoso y juguetón, y romántico en la pieza de arranque, ‘You are my sunshine’, de Jimmie Davies. Con ímpetu para imponer la fiesta y el buen humor en ‘Flip, flop and fly’, e invitando al baile de salón en ‘I want a roof over my head’, rescate de Louis Jordan envuelto en elegantes metales. Y presto a modular acentos: ‘Shakin’ all over’, de Johnny Kidd & The Pirates, renace en una toma más sinuosa y ‘noir’ que en el registro de aquel ‘A night in San Francisco’, de 1994.
La voz de George Ivan Morrison cabalga con su aridez y su distinción, también en una parcela remarcable, la de los clásicos del rock and roll. Ahí están el estiloso ‘Two hound dogs’, original de Bill Haley (1955), y tensando la cuerda, los correosos asaltos a ‘Bye bye Johnny’ (Chuck Berry) y ‘Lucille’ (Little Richard), aquí con la guitarra de Taj Mahal. No es este el único invitado: un vocalista legendario, Chris Farlowe, comparte micro en ‘Lonesome train’, pieza cuyo solo de guitarra lo borda ni más ni menos que el ya desaparecido Jeff Beck.
‘Accentuate the positive’ no pasará a los anales como una obra fundamental de Van Morrison: para consignar sus páginas doradas será mejor acudir, por ejemplo, a la reedición ampliada, este mismo viernes, del clásico ‘Moondance’. Pero es un álbum que refresca la percepción del artista y bien puede servir para seguir el rastro del cancionero histórico que nos trajo hasta aquí.
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