Equipo y afición volvieron a disfrutar juntos y el Valencia Basket se llevó una meritoria victoria ante el EA Milán (84-72) que le vuelve a meter en la lucha por acabar al menos dentro del Play-In en la Euroliga. Y todo en un partido en el que el ‘Big Three’ taronja formado por Jones, Davies y Ojeleye volvió a liderar al equipo con 44 puntos entre los tres, pero en el que emergió con fuerza la figura de Jaime Pradilla, un coloso en la pintura que revitalizó al equipo en el tercer cuarto con sus robos y rebotes y que redondeó con un triple una actuación portentosa.
Dos de las mejores defensas de la Euroliga se enfrentaban en La Fonteta y quedó claro el porqué visto lo visto en la primera parte, que terminó con un 32-40. Ya el inicio del partido mostraba el camino que iba a seguir, con una primera canasta de Chris Jones que llegó casi a los dos minutos y un cúmulo de fallos en el lanzamientos de uno y otro equipo hasta que Ojeleye acertó desde el 6,75 para poner el 9-4.
Ningún jugador había repetido canasta hasta entonces, pero cuatro puntos seguidos de Napier redujeron la diferencia a la mínima expresión (9-8). Davies volvía anotar, pero McGruder y Hall, con un triple, ponían por delante por primera vez al Milán (11-13).
Mumbrú empezaba a hacer cambios, pero el partido no cambió la dinámica, con un intercambio final de canastas y tiros libres, antes de que Shields y Anderson anotaran de tres justo antes de cerrar el primer cuarto (21-19).
Tonut y Shields volvían a poner delante al Milan, aunque Harper frenó el empuje rival con un triple. La presencia de un motivado Pangos por enfrentarse a un Messina que lo apartó del primer equipo varios meses, no fue eficiente en sus primeros seis minutos en pista, con 0 de 3 en lanzamientos de campo antes de que Mumbrú le diera descanso.
En unos minutos de escasa eficacia anotadora, el Valencia BC encajó un parcial de 2-12, sufriendo para parar a Melli y a Hall, el mejor de los visitantes hasta el momento. Así, con 28-33 y a falta de tres minutos para el final, Mumbrú pedía tiempo para intentar refrescar las ideas, aunque sólo Davies y Jones lograron anotar antes de irse a vestuarios, mientras el Milán hurgaba en la herida con un triple de Napier casi sobre la bocina tras un bloque a Jones, que puso el 32-40 en el marcador.
De nuevo Napier, con un triple, agrandó la brecha en la reanudación. Con 11 puntos de desventaja, el partido atravesaba un momento complicado, pero Jones primero y un parcial de 7-0 después con Davies, Inglis y un triple de Robertson, volvían a meter de lleno al Valencia BC en el partido (41-45).
La Fonteta volvía a disfrutar, pero de nuevo Hall echó un jarro de agua fría desde el 6,75, antes de que Melli pusiera el 41-50 tras un rebote ofensivo.
Shields volvía a anotar de tres, pero Ojeleye y Jones anotaban también desde el triple para empatar el partido (56-56) y provocar un tiempo muerto de Messina, después de un parcial de 10-0. Pradilla, en unos minutos con una gran defensa y tres robos, volvía a asistir a Reuvers para que el estadounidense sumara de tres y pusiera en pie al público (59-56). Poythress y Napier, desde el tiro libre, empataban de nuevo, pero Harper aprovechaba su velocidad para llegar rápido a canasta y poner el 61-59 con el que terminó el tercer cuarto, en una ovación tremenda del público a Pradilla después de un recital defensivo en el tercer cuarto, con tres rebotes, cuatro robos y una asistencia del interior taronja.
Harper no tardaba en anotar y Pangos sumó sus primeros puntos desde el tiro libre. Napier seguía siendo una pesadilla para los taronja, pero cuando Hall puso después el 68-70, Ojeleye y Davies se echaron el equipo a la espalda para aprovechar las buenas defensas y anotar, con un parcial de 8-0 que puso el 76-70.
Davies taponaba y asistía a Pradilla, que anotaba de tres para volver a poner en pie a La Fonteta, al grito de MVP, MVP, con una afición que supo valorar su trabajo más allá de los puntos. El partido ya estaba ganado, pero Robertson lo acabó de sentenciar con cinco puntos y un triple. El Valencia BC vuelve a la pelea por el Play-in y recupera la comunión con su afición.