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Un colaborador de Cuarto Milenio llena de turistas un castillo del siglo XV

Cuando en la Edad Media alguien te echaba un encantamiento tenías que estar preparado para lo peor: lo mismo te quedabas dormido para siempre en una urna de cristal que te convertían en un sapo con corona. Nada que ver con el encantamiento que le han echado a un vetusto castillo de la campiña vallisoletana , también de la Edad Media: de estar medio abandonado y vencido por el tiempo desde hacía décadas ha pasado a convertirse, en apenas cinco años, en uno de los monumentos más visitados de la provincia. Tanto, que hay momentos del año en el que las calles del pueblecito en el que se ubica, Trigueros del Valle, se quedan atascadas de tanto coche como quiere circular por ellas.En este caso, el mago que maneja la varita del encantamiento es el artesano Juan Villa, un prolífico artista del diseño , el modelado y el atrezzo que se ha ido abriendo hueco en el mundo del cine y la televisión con la construcción de escenografías y personajes de todo tipo. Y lo que pasa en el Castillo Encantado de Trigueros del Valle tiene mucho que ver, a su vez, con la estrecha colaboración que mantiene desde hace años con el programa Cuarto Milenio , para quien construye cada semana todos los personajes y escenografías que Íker Jiménez , su presentador, utiliza en la ilustración de sus intrigantes historias del más allá, fenómenos inexplicables o leyendas negras. El caso es que después de ser usado en cada uno de los programas, todo ese material quedaba aparcado en un oscuro almacén sin más utilidad que acumular polvo.Y es ahí donde se produjo el conjuro, porque al mismo tiempo que Juan Villa trataba de idear una forma de que las obras que salían de su taller pudieran exhibirse en algún sitio, el alcalde de la localidad de Trigueros del Valle trataba desesperadamente de dar con una fórmula que frenara el progresivo desmoronamiento de un castillo señorial del siglo XV que, por falta de uso, se estaba viniendo abajo. Juntos, apoyados por la Diputación de Valladolid, pusieron las cosas en orden para que ese impresionante recinto medieval se convirtiera en el hogar perfecto de la extravagante colección de seres fantásticos que Juan Villa es capaz de sacarse cada semana de su chistera.Después de Cuarto Milenio Después de ser usado en cada uno de los programas, los diseños de Juan Vila quedaban aparcado en un oscuro almacén sin más utilidad que acumular polvo. Hasta que apareció en su camino este castillo vallisoletano J.P.G.Porque, ¿qué mejor rincón para alojar su colección de dragones y dragoncitos que las mazmorras del viejo castillo? O los lóbregos almacenes de piedra sillar para colocar la impensable tropa de seres mitológicos llegados directamente de la noche de los tiempos. Pistas Dónde. Castillo del siglo XV. Entrada general: 6 euros. www.elcastilloencantado.es. Trigueros del Valle. Merece la pena la ermita de la Virgen del Castillo, en alto sobre la localidad. En ese cerro es posible visitar una de las casas-cueva que allí hubo, habilitada como museo. También es de interés la iglesia de San Miguel Arcángel. Web: turismotriguerosdelvalle.com / 686 06 96 77.Entre boquiabierto e intrigado, esta visita, que viene a llevar cerca de hora y media, es también un viaje al país que nunca existió, un universo de fantasías e imposibles que cada cual va recorriendo a su propio ritmo, el que cada uno necesita para ir disfrutando con las mil sorpresas que Villa ha ido diseminando a lo largo de los cuatro espacios que componen la exposición principal: la mazmorra del dragón, el laboratorio de los experimentos, la torre encantada, el gabinete de las curiosidades o el salón de la criptozoología. A estos se ha sumado hace no mucho el invernadero mágico, un territorio propio para que gnomos, trolls, hadas o duendes campen a sus diminutas anchas. Todo un viaje plagado de criaturas fantásticas en el que lo mismo te plantas ante el mismísimo Yeti que descubres los secretos del unicornio, te ves encerrado en el laboratorio de un científico loco, husmeas en las entretelas de una momia inca o tratas de descifrar el acertijo que te permita salir de la torre del homenaje sin perecer en el intento. Y todo ello realizado con tal perfección que a cada paso cuesta creer que no es real lo que se tiene a un palmo de la nariz. ¿No es así como funcionan los encantamientos?



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