Stefanos Tsitsipas lanzó el guante a Carlos Alcaraz, aunque la realidad es contundente a favor del tenista murciano. El duelo ya tiene hora. Será este martes a las 20.15 horas en la Phlippe Chatrier. En cinco enfrentamientos anteriores, el tenista griego no ha ganado ninguna vez y solo le ha arrebatado 3 sets de 15 jugados. El resultado más igualado se remonta a 2021 en el Abierto de Estados Unidos, donde el español necesitó cinco sets (6-3, 4-6, 7-6, 0-6, 7-6) en tercera ronda. El último enfrentamiento, precisamente el año pasado en cuartos de final en Roland Garros, Alcaraz ganó por 6-2, 6-1 y 7-6 (5). Y las apuestas también son claras. La nueva victoria de Alcaraz se paga a 1,25 euros, mientras el premio por Tsitsipas se dispara a los 3,95 euros.
“Se que le gusta jugar contra mí. Espero que esta vez le guste menos”
“No me ha ganado nunca. Sé lo que tengo que hacer. Pero eso no quiere decir que le vaya a ganar. Él saldrá diferente”, decía tranquilo Alcaraz ante el reto al que Tsitsipas respondía. “Sé que le gusta jugar contra mí. Espero que esta vez le guste un poco menos, que no se sienta tan cómodo. Ese es mi objetivo. Me gustan esos partidos y la atmósfera extraordinaria que se crea”.
Motivación máxima
La batalla está servida. En juego está el pase a las semifinales de Roland Garros. “Tengo mucha motivación, hay fuego en mi interior y quiero salir ahí y mostrar que lo tengo”, insistía el griego, campeón este año en Montecarlo, finalista en Barcelona y de Roland Garros 2021 (perdió en 5 sets con Novak Djokovic). Alcaraz ha mostrado su buen momento en París en los anteriores partido, aunque la lesión en su antebrazo derecho no le ha permitido una buena gira de tierra anterior. Solo ha jugado en Madrid.
Ambos se entrenaron en las pistas del complejo Jean Bouin, uno al lado del otro. Alcaraz, centrado en el partido de este martes, con todo su equipo, y su hermano Álvaro de ‘sparring’. Tsitsipas, también con su equipo y con Paula Badosa en las gradas, vestida de calle. Sabía ya que no jugaría el mixto previsto para el cuarto turno de la jornada. Sí jugaría horas después el doble con su hermano Petros ante Ivan Dodik y Richard Krajicek, cuartos favoritos.
“El doble me ha ayudado a mejorar mucho. Te anima a subir a la red, a ser más activo, a mejorar los reflejos. Me siento bien cuando tengo partidos. Necesito estar en competición, sentir la bola, así es como funciona para mí”, había explicado el griego, que decía que jugaba el doble “por amor”, familiar y sentimental.
“Me parecía un esfuerzo extra, que tampoco se entendía mucho”, decía Marcel Granollers después de clasificarse para los cuartos de final del torneo de dobles junto a Horacio Zeballos y tras derrotar a los austriacos Alexander Erler y Lucas Miedler por 7-6 (3) y 6-2.
Machacar el revés
De cara al partido contra Alcaraz, Tsitsipas sabe que será “importante tener clara la táctica y el plan” para evitar que el tenista murciano “se salga con la suya”. Una situación que hasta el momento nunca ha sabido controlar ante un Alcaraz que le ha machacado sobre su revés a una mano. Salvar ese acoso será primordial para el griego si, como asegura, ha aprendido sobre los anteriores partidos.
El recuerdo del primer enfrenamiento en el Abierto de Estados Unidos de hace ya tres años le anima, aunque el escenario es muy diferente a Nueva York, sobre la tierra donde los golpes de Alcaraz son más efectivos.
Horario nocturno
Alcaraz deseaba jugar el partido de día, pero finalmente lo hará en la sesión nocturna (20.15 horas), un horario que no le agrada. “No me gustan las sesiones de noche, no por el público, que es especial en esas sesiones. Hay humedad, la bola pesa y cuesta más de mover”, explicaba sobre las condiciones diferentes de la pista y después por el horario.
“No solo es el tiempo que dure el partido. Después, son muchas cosas muy tarde: prensa, fisio, baño de hielo. No es solo golpear la última pelota para poder recuperar. Djokovic seguramente se fue a dormir a las 6 de la madrugada y el último punto fue a las 3. Para mí es mejor terminar a las seis de la tarde y poder ir a un buen restaurante a cenar”.