Contra las cuerdas. Así se ha quedado el Valencia Basket tras perder ayer el primer partido de cuartos de final del playoff ante el UCAM Murcia en la Fonteta por 86-96. Una derrota que implica la pérdida del factor pista y la obligación de ganar el miércoles para intentar cerrar el próximo sábado el billete a semifinales de nuevo en casa. Eso sí, toca aprender la lección, mejorar la defensa e intentar estar más acertado desde el 6,75, con un pobre 21% de acierto exterior.
Sin los lesionados Boubacar Touré y Kevin Pangos y con los descartes de Nate Reuvers y Kassius Robertson, Xavi Albert salió de inicio con Chris Jones, López-Arostegui, Víctor Claver, Semi Ojeleye y Damien Inglis.
Ojeleye, con un mate, abría el partido, pero el Valencia Basket se vio sorprendido por un parcial de 0-12 que dejó helada a La Fonteta y obligó al técnico local a parar el partido, sufriendo ya con la zona visitante. Sleva, con dos triples y ocho puntos en poco más de tres minutos, no encontraba oposición y aunque Inglis anotó en la vuelta a la pista, Hakanson y Diagné estiraban la diferencia hasta el 4-16.
Jones, como en tantas otras ocasiones, despertó por un momento a los taronja desde el 6,75, antes de que Anderson con otro triple y Davies en sus primeros puntos tras varios partidos de ausencia, recortaran la diferencia hasta el 13-18. Sin embargo, de nuevo Sleva y Flores desde el tiro libre, cerraron el primer cuarto 13-21.
Sleva, una pesadilla para los locales, volvía a sumar en la reanudación, pero fue el extaronja Radebaugh quien empezó a romper el partido con tres triples, un 2+1 y 13 puntos seguidos, para poner el 19-40 a solo cuatro minutos del descanso.
Pradilla y Ojeleye desde el 6,75, daban algo de aire para los locales, pero a pesar de que el recién renovado alero se echaba el equipo a la espalda, con el intercambio de canastas y la inspiración de Ennis, los de Sito Alonso lograron llegar al descanso con diez puntos de ventaja (38-48).
Los malos porcentajes de tres complicaban las opciones taronja pese a la superioridad en el rebote, con Kaba como único local sin minutos en los primeros dos cuartos.
El Valencia BC se ponía a solo seis puntos gracias a Davies y Pradilla (42-48), pero un parcial de 0-9 volvió a dejar a los locales contra las cuerdas (42-57), con Sleva sumando de nuevo de tres y el acierto de Diagné, Ennis y Sant-Roos.
Los taronja, sin embargo, no bajaban los brazos y por medio de Jones y Ojeleye reducían diferencias hasta un esperanzador 53-58. Sin embargo, el intercambio de tiros libres al final del tercer cuarto ayudó al UCAM a abrir algo más la brecha para afrontar los últimos diez minutos con un +8 (57-65).
Duelo Kurucs – Jovic
Kurucs llevaba a los suyos a la brecha psicológica de los 10 puntos, que se mantuvo tras el intercambio de triples entre Jovic y Sleva, ya con 21 puntos. Una fea antideportiva de Kurucs sobre el mismo Jovic encendió los ánimos y sacó la mejor versión de ambos en los siguientes minutos.
El taronja lideraba a los suyos hasta el 72-75 con nueve puntos en el último cuarto, pero el letón reaccionó cuando más lo necesitaba su equipo con dos triples consecutivos, que pusieron el 72-81 a falta de 4:48 para el final.
Davies recortaba diferencias, pero Albert se veía obligado a parar el partido de nuevo. Y en la vuelta, tras una pérdida, Radebaugh volvió a hurgar en la herida con dos acciones seguidas que precedieron a otra de Diagné para poner el 76-87, ya a menos de dos minutos del final.
Faltaba acierto en el tiro y llegó de la mano de Davies desde el 6,75 a 1:30 del final para poner el 79-89.
La remontada era casi misión imposible y cualquier esperanza se esfumó cuando Radebaugh volvió a anotar de tres (79-92). Nunca se vio una versión del estadounidense tan decisiva en su etapa en La Fonteta.
El partido ya estaba sentenciado y fue muriendo hasta el 86-96 definitivo. Adiós al factor pista y toca centrarse en el duelo del miércoles para volver a jugarse la clasificación en La Fonteta y no caer a las primeras de cambio.
Xavi Albert, autocrítico
Tras la derrota, el propio Xavi Albert reconoció el mal partido, aunque confía en la capacidad de reacción de este equipo en situaciones límite. «En estas situaciones límite hay equipos con espíritu y creo que el nuestro lo es y redoblaremos esfuerzos. Será un partido duro, bonito y que tengo ganas de dirigir».
A ello añadió que «no puede faltar el esfuerzo y la concentración, nos ha faltado un punto de esfuerzo a todos y me dejaré la piel para que no pase el miércoles que viene. Es un partido a todo o nada».
Ahora bien, hay que aprender la lección. «Hay que mejorar la intensidad defensiva y la idea de que hay que ganar cada batalla individual. Hay que darlo todo para que la serie vuelva a València».