El ruido se ha convertido en un problema de salud a nivel mundial. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda unos niveles de ruido de 65 dB, lo cierto es que la contaminación acústica es una realidad en muchos lugares.
Y teniendo en cuenta que un ruido superior a los 85 dB supone un riesgo para la pérdida auditiva crónica, protegernos de él se convierte en algo prioritario.
La sensibilidad al ruido varía entre las personas. Pero es muy frecuente encontrar individuos para los que el ruido es algo enormemente irritante que les impide tener un descanso adecuado o reduce mucho su capacidad de concentración.
- Debido a ello, muchas personas hacen uso de forma habitual de tapones para los oídos, dispositivos que se insertan dentro del canal auditivo externo protegiendo de los sonidos fuertes.
¿Se pueden utilizar tapones diariamente?
Además de reducir el nivel de ruido los tapones para los oídos pueden cumplir otra serie de funciones como evitar la entrada de agua cuando se nada, de arena o protegernos del viento.
Pero ¿es bueno utilizar tapones para los oídos diariamente?
Para aclarar esta cuestión los especialistas de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) señalan diversas cuestiones.
La primera es que, “en general, se considera que el uso de tapones para los oídos es seguro cuando se emplean de forma ocasional, al asistir a un evento ruidoso o en circunstancias puntuales. De hecho, puede ser beneficioso al reducir el riesgo de que haya daño auditivo”.
Pero también se debe tener en cuenta el tipo de tapones que se usan y las características del conducto auditivo de cada persona.
En este sentido el doctor Luis Lassaletta presidente de la comisión de Otología de la SEORL-CCC explica que:
- “Hay distintos tipos de tapones y dependerá de cuál utilicemos y de si tenemos una adecuada higiene de manos y una técnica correcta de inserción.
- El uso en sí de tapones no es un problema, pero depende de la anatomía y las características del conducto de cada persona”.
¿Qué tapones para los oídos son los más indicados?
La oferta de tapones para los oídos es muy amplia, pero los que encontramos normalmente en los establecimientos farmacéuticos están fabricados con tres materiales. Y para saber cuál es el mejor en función de nuestras necesidades los especialistas en otorrinolaringología ofrecen algunas claves: :
Desde la SEORL-CCC señalan que “son prácticamente inocuos para el oído”, es decir, no van a dañar el conducto auditivo, pero van a aislarnos poco del ruido o del agua.
Los expertos los consideran una buena opción si lo que se necesita es aislarse de ruidos en un entorno laboral. Aún así, tienen una pega y es que “son más difíciles de encajar a la perfección en el oído”. A favor de este tipo de tapones también hay que señalar que su duración es mayor si se cuidan correctamente.
En opinión de los especialistas tienen la ventaja de amoldarse muy bien “al conducto auditivo externo de cada persona y, en este sentido, son mejores aislantes”. El problema es que existe el riesgo de que al retirarse algo de la cera se quede en el conducto y no pueda salir, de forma que al volver a introducirlo “podemos empujar la cera hacia el tímpano y eso puede causar alguna lesión. Con el uso continuado, puede generar irritación del conducto, de la piel y otros problemas”, señalan.
Tapones personalizados
Vistos los pros y los contras de cada uno de los tres tipos de tapones para los oídos, habría que añadir una cuarta posibilidad, que además es la recomendada por los especialistas: los tapones personalizados.
“Son tapones más adaptados a la anatomía, que se fabrican en los gabinetes de prótesis. Hacen un molde específico para cada paciente, igual que se hace el molde de un audífono. De esa forma, se reproduce la forma del conducto externo y se hace un tapón con esa forma exacta. Así, quienes los necesitan para descansar pueden usar tapones con oclusión total para que atenúe lo más posible los estímulos”, concluye el doctor Lasaletta.