Pirotecnia, hormonas y una brutal descarga de rap: Travis Scott hace temblar el barrio de Salamanca
El nombre de la gira, Circus Maximus, ya hacía prever algo grandilocuente. Pero el espectáculo que el rapero Travis Scott desplegó en Madrid en la noche de este martes estuvo incluso por encima de lo que ese título anunciaba, al menos en lo relativo a su puesta en escena y a la energía condensada, que a punto estuvo de echar abajo las paredes del WiZink. Fue una fiesta salvaje y descerebrada, un aquelarre glorioso de volumen brutal que demostró que el hip hop, o ese derivado que es el trap, es hoy por hoy la música que mejor canaliza la rabia de los oprimidos en tantos barrios complicados del mundo pero también la tensión hormonal de mucho joven de clase media.Era el primero de sus dos conciertos en la capital, los únicos en España, y no se había conseguido colgar el cartel de no hay entra...