Concha Velasco, la artista total que saltó desde un balcón para huir de un acosador y que estuvo a punto de ser chica Almodóvar
“Nunca se puede aspirar a ser la mejor”, comentaba Concha Velasco cuando algún periodista le sugería que ella era una de las más grandes del teatro y el cine español. Porque lo cierto es que la vallisoletana hizo méritos para granjearse semejantes elogios. Hija de una maestra de la República y un militar franquista, comenzó su carrera con solo quince años, con papeles pequeños en películas y ejerciendo de bailarina flamenca en la compañía de Manolo Caracol, para poder pagarse las clases de danza y para ayudar a su familia. Su consagración llegó de la mano de Tony Leblanc, que realizó con ella la comedia Las chicas de la Cruz Roja (1958), todo un clásico del cine español, y le abrió las puertas del teatro como primera actriz. Ya después vendrían largometrajes como Julia y el celacanto (1961...