Nadal ‘se traiciona’ a sí mismo: “Ahora toca ir en contra de mi filosofía de dar siempre el máximo”
Dudas, dudas y más dudas que dejan entrever una única certeza. La que nadie, ni él ni los que le siguen, quisieran aceptar. Pero el tiempo pasa y, por más que lo intente, la situación de su cuerpo no termina de mejorar, al menos al nivel que Rafa Nadal, resignado, busca. Los vaivenes de su cuerpo no cesan, y en su discurso, durante toda su carrera plagado de mensajes fomentando el trabajo duro, el dar siempre el máximo y competir sean cual sean las circunstaciones como único camino al éxito, se ha abierto una grieta.Frases como "estar aquí ya es un regalo" o "tenemos un par de días más y eso ya me pone feliz" se han convertido en recurrentes en el repertorio de un Nadal que hasta hace no tanto, hasta el momento de asumir la realidad del momento que vive a sus 37 años, había hecho gala de u...