Gwendall Poullennec (Guía Michelin): «Nuestros hoteles los seleccionan humanos, no algoritmos»
La tendencia a buscar, y a vivir, experiencias, ese conjunto de impactos sensoriales y emocionales que conforman un ambiente propio en el que sumergirse por un determinado espacio de tiempo, avanza sobre todos los sectores como una mancha de aceite. Y el mercado responde a esta nueva necesidad con presteza y variedad. La gastronomía, por ejemplo, cada vez tiene más presente que a la excelencia de la cocina debe unírsele desde el servicio y la localización, hasta la vajilla y la decoración, pero también detalles que hablen de un universo y una filosofía y que inviten al comensal a adentrarse en él junto con la comida, o de la mano de ella.
Guía Michelin lleva casi un siglo marcando el ritmo de la alta cocina con su reparto anual de estrellas, siempre polémico, nunca indiferente. Lo que nac...