Luis Rubiales, el beso que inició la revolución
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Con perdón... Quizá, ahora, pasados ya cuatro meses, con tiempo para acercarse al escándalo, a la presunta agresión sexual y a las presuntas coacciones posteriores, con perspectiva y distancia, haya casi que dar las gracias (entiéndase) por ese beso no consentido que Luis Rubiales le propinó a Jenni Hermoso tras la final del Mundial femenino de Sídney, el pasado 20 de agosto.
Sí, es algo que nunca debió haber pasado. Sí, fue un acto machista, como sus tocamientos de genitales en el palco, que degradó a las mujeres, a los hombres, a España, al fútbol, al deporte, al buen gusto, al sentido común... Sí, fue la perfecta definición gráfica del machismo que sigue impregnando nuestra sociedad, del que se ve y del muchos aún no perc...