Italia resucita en el minuto 98 y entierra la gran obra de Modric
Luka Modric se vio a punto de expirar y exhaló el último suspiro para agarrarse a la vida y seguir cultivando su leyenda por sí mismo. Falló un penalti, desviado por Gianluigi Donnarumma, tan grande, tan largo, y al cabo de un minuto, continuaba la jugada, y le remató a bocajarro después de que hubiera intervenido en otro rechace de Ante Budimir, que acababa de salir al campo, necesitada como estaba Croacia de un gol.Lo marcó, claro que lo marcó, porque lo buscó, con sus limitaciones, desde el minuto uno. Porque era imprescindible para pasar a octavos de final y perpetuar la era Modric, infinita, interminable, inacabada.Pero las bonitas historias no siempre tienen un final feliz. Mattia Zaccagni, el último delantero que sacó Luciano Spalleti, resucitó a una Italia ya eliminada, en el minut...