De Palestina a Sant Cugat: “Quería estar en los Juegos Olímpicos, pero pensaba que mis sueños no eran reales”
El agua no le llamaba la atención. Pese a que su madre amaba la natación, Sabine Hazboun quería ser gimnasta. Ya de pequeña hacía el pino puente y se postulaba ante sus padres como la próxima gimnasta palestina que disputaría unos Juegos Olímpicos. Pero, como sabemos, los niños cambian mucho de profesiones y, tras probar la esgrima y el baloncesto, se zambulló en la piscina con seis años y ya no salió de allí.
En Belén, en plena guerra, no había piscina olímpica y tenía que entrenar en la del hotel más próximo. Al poco se convirtió en una forma de vida, pero los obstáculos y adversidades de una Palestina en guerra hizo que se quedara sin piscina en la que entrenar con 13 años. Ella, sin embargo, no quería abandonar y se reinventó para manten...