Quart, Juliet y la Fira de Sant Vicent de la Roda
Anda la pilota valenciana en su versión profesional metida de lleno en los campeonatos oficiales de parejas y tríos. El calendario anual está repleto de competiciones largas, medianas y cortas, tantas que un aficionado cualquiera roza el estado de saturación. No es nuestro deporte, en esa vertiente profesional, un vehículo de sentimientos como pueda serlo el fútbol, por ejemplo. Si acaso la selección valenciana puede ocupar ese papel. Lo ocupó en su día Genovés pero ese fenómeno, que ya hace más de medio siglo que irrumpió, ni ha tenido continuidad ni tiene trazas de que lo tenga en tiempos venideros. De ahí la importancia que podrían ocupar desafíos espectaculares, creativo, como aquel que surgió entre Quart, ya en declive y el Juliet más poderoso. Lo cuenta Lorenzo Millo en su libro El T...