El Tour se viste de Giro a la espera del ataque de Pogacar
Florencia es una ciudad bellísima donde prácticamente resulta imposible andar de tantos y tantos turistas que recorren las calles a cualquier hora del día. Para atravesar, por ejemplo, el famoso Puente Vecchio, casi hay que dar codazos como si se tratase de un velocista que busca la posición para disputar el esprint, algo que no se producirá en un Tour vestido de Giro hasta el lunes cuando los corredores luchen por la victoria en Turín.La capital de la Toscana, la región de los monumentos, los vinos y los paisajes idílicos, se convertirá este sábado en la última salida del Tour desde el extranjero y hasta que Barcelona, en 2026, coja el testigo de la ciudad italiana puesto que el año que viene el nacimiento de la carrera se producirá en Lille, en el norte de Francia y cerca de los adoquine...